Editorial
Otra reforma ideológica con presunción de culpabilidad
La puesta en marcha de una ‘justicia ideológica’ por parte del Gobierno ha dado un paso más con la aprobación de una reforma civil que permitirá poner fin al régimen de visitas de un progenitor cuando se vea envuelto en una denuncia con carácter penal. Así, un padre, por ejemplo, podrá ver vetado automáticamente el acceso a sus hijos en el mismo instante en que su pareja presente una denuncia por malos tratos, independientemente de si los hechos son reales o no. Y todo, sin el concurso de un juez. De nuevo el Gobierno añade un factor de confusión y arbitrariedad a una norma esencial. Y además lo hace por la puerta de atrás, a través de una ley de apoyo a las personas discapacitadas, sin debate público, sin la suficiente ponderación de la presunción de inocencia, y alimentando una ingeniería jurídica favorecedora de injusticias cuando alguna denuncia sea falsa y se presente solo por venganza, o por cualquier interés espurio. No parece propio de un Gobierno con Ministerio de Igualdad.