Editorial
No hay peor negacionismo que el de la crisis económica
La actualización del cuadro fiscal llevó ayer a la ministra de Hacienda a empeorar las previsiones del Gobierno, con un déficit que este año pasará del 7,7 al 8,4 por ciento
No le faltaba razón a Felipe González cuando, en alusión velada a Pedro Sánchez, denunció el pasado jueves la negación de una realidad tan dramática como la que atraviesa España. La actualización del cuadro fiscal llevó ayer a la ministra de Hacienda a empeorar las previsiones del Gobierno, con un déficit que este año pasará del 7,7 al 8,4 por ciento, consecuencia directa de la contracción económica registrada durante el primer trimestre. Esta nueva caída del PIB -del 0,5 por ciento en el arranque del año, el de la recuperación, según el equipo de La Moncloa- no hace sino confirmar la huida hacia adelante emprendida desde hace meses por el Gobierno para ocultar el rigor de una crisis cuyo impacto es proporcional a su triunfalismo. Frente a las reiteradas advertencias de los organismos internacionales, negar la mayor quizá forme parte del manual de supervivencia de Sánchez, pero condena a España a un periodo cada vez más prolongado de penuria y sacrificio.