Editorial
La natalidad como prioridad nacional
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Se puede discutir la eficacia de las medidas, pero no la finalidad de un programa como el presentado ayer por la Comunidad de Madrid para tratar de recuperar la natalidad y hacer frente en el ámbito regional al mayor desafío que desde hace años tiene ante sí España. El invierno demográfico y la crisis del relevo generacional hacen inviable el futuro de una nación más pendiente de la coyuntura, a menudo artificiosa, que de su propia supervivencia a medio y largo plazo. Incentivar la natalidad pasa por las ayudas públicas y las exenciones fiscales, pero aún más por la estabilidad económica necesaria para que los jóvenes, víctimas de la precariedad laboral, arriesguen su futuro e inviertan en la creación de unas familias que son la base de la sociedad. No todo, sin embargo, es cuestión de dinero. Frente a la cultura del descarte, del aborto a la eutanasia, revalorizar la vida humana resulta esencial para que el embarazo deje de ser considerado un obstáculo y vuelva a ser una oportunidad, individual y social.