Editorial
Hay modo de mejorar la independencia judicial
Las componendas entre el PSOE y el PP para repartirse cargos en los órganos constitucionales tienen visos de repetirse cuando se renueve el Poder Judicial. A día de hoy nadie sabe aún si esa renovación será con una nueva ley que atribuya la elección directa a los jueces o con el viciado sistema actual, que parece lo previsible. Sin embargo, desde 2018 hay una propuesta en firme promovida por la Asociación Francisco de Vitoria para que ni los partidos ni las cuatro principales asociaciones, que representan a 3.000 de los 5.600 jueces españoles, monopolicen la designación de los doce vocales del CGPJ que ellos eligen. Hay remedio frente a tanta politización. Por ejemplo, promover listas abiertas, votadas por sufragio universal de los jueces, de modo personal, igual, directo y secreto, y con independencia de que estén asociados o no. Además, se trataría de promover que al menos hubiese un vocal por cada categoría -juez, magistrado, y magistrado del Supremo-, de modo que los togados más jóvenes (la justicia de proximidad) tuviese asegurada representación. Hay modos de hacerlo mejor y de garantizar un plus de independencia respecto a la partitocracia. Cosa distinta es que nadie quiera leer la letra pequeña de este tipo de propuestas tan útiles.