Editorial
El mejor fondo de reconstrucción es el empleo
Sin medidas restrictivas, las empresas vuelven a generar unos puestos de trabajo que, a su vez, impulsan el consumo y la recaudación, imprescindible para restaurar las cuentas públicas
Los datos que la pasada semana avanzó la EPA del segundo trimestre fueron ayer apuntalados por las cifras de empleo registradas por el SEPE en el mes de julio, muy positivas y esperanzadoras para la recuperación no ya de la economía nacional, sino para la rehabilitación de un tejido laboral del que depende la economía doméstica de millones de familias. Sin medidas restrictivas, las empresas vuelven a generar unos puestos de trabajo que, a su vez, impulsan el consumo y la recaudación, imprescindible para restaurar las cuentas públicas. Quedan aún más de 300.000 trabajadores en ERTE, hay 3.416.498 desempleados y la temporalidad, cuando no la precariedad, mal endémico de España, definen los nuevos contratos. Sin embargo, la iniciativa privada vuelve a dar muestras de su capacidad para crear empleo cuando decaen las trabas y las restricciones, y cuando el Gobierno guarda en un cajón, para mejor ocasión, la contrarreforma laboral con la que amaga e intimida.