El Gobierno reconoce al fin la magnitud de la crisis
Por una vez el Ejecutivo se sale del carril de un triunfalismo que los hogares españoles perciben cada vez con más lejanía
Por primera vez en meses Pedro Sánchez y Nadia Calviño reconocen la entidad de una crisis económica que empieza a adoptar formas de recesión. Sánchez lo hizo de manera implícita hablando de Europa en general y sin hacer énfasis en España. Pero Calviño sí fue explícita augurando meses muy complejos para los españoles, sobre todo cuando pase la euforia veraniega de un récord turístico y un consumo exacerbado, y llegue el otoño con la crisis energética en máximos por la guerra de Ucrania.
No es solo la inflación, ya de por sí grave y con riesgo de convertirse en estanflación. Son la crisis de materias primas y el progresivo encarecimiento de los precios del gas los que están poniendo en alerta a toda Europa, ahora ya sí sin cálculos partidistas ni maquillajes. Por una vez el Gobierno se sale del carril de un triunfalismo que los hogares españoles perciben cada vez con más lejanía. Reconocerlo al fin honra al Gobierno. Pero no es porque no supo verlo antes, sino porque negaba la evidencia.