Editorial
El Gobierno convierte los impuestos en un carnaval
Todo se hace de manera improvisada, se anuncian una y otra vez los mismos planes con los 140.000 millones europeos, eso sí, sin concretar nada, y se confunde a los españoles
Después de que la ministra de Hacienda anunciase días atrás que el Gobierno se dispone a «armonizar» -subir especialmente a Madrid- impuestos como los de donaciones y sucesiones, patrimonio o sociedades, ayer fue desautorizada por la vicepresidenta Nadia Calviño. «No es momento de subir impuestos», dijo taxativamente, consciente de la irritación que de manera tan frívola está causando en los empresarios. Pedro Sánchez se ha instalado en una permanente espiral de desmentidos, rectificaciones y contradicciones, y así es imposible que el ciudadano sepa a qué atenerse. Todo se hace de manera improvisada, se anuncian una y otra vez los mismos planes con los 140.000 millones europeos, eso sí, sin concretar nada, y se confunde a los españoles. Esta caótica estrategia de improvisación y provisionalidad no es la mejor receta para luchar contra una recesión. España no es un laboratorio para los experimentos del Gobierno, sino una nación necesitada de certidumbre y seguridad.