Editorial
Los gigantes tecnológicos deben pagar sus impuestos
Es muy significativo que los líderes de dos países refractarios a las ideas democráticas como son Rusia y China hayan sido las dos principales ausencias de esta reunión
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El acuerdo fiscal que está previsto aprobar hoy en el seno de la reunión del G-20 en Roma es un avance sustancial para la adaptación de la economía globalizada a la realidad. Establecer un porcentaje mínimo para el impuesto de sociedades no es solo justo sino perfectamente compatible con los intereses a largo plazo de las grandes multinacionales de la economía digital, que no pueden seguir operando fuera de las reglas de la justa competencia sin desequilibrar a las sociedades de las que obtienen sus beneficios. Después de estas décadas de desajuste que precisamente han permitido que estos gigantes tecnológicos se adueñasen del mercado, es necesario empezar a imponer reglas en la selva digital. Es muy significativo que los líderes de dos países refractarios a las ideas democráticas como son Rusia y China hayan sido las dos principales ausencias de esta reunión, que quería simbolizar la vuelta a una cierta normalidad.
