Editorial
La excesiva burocracia lastra el plan de recuperación
El enjambre de trámites burocráticos planteado por el Gobierno para acceder a los fondos europeos aletarga tanto el proceso que han de transcurrir no menos de ocho meses para que a una pyme llegue la financiación solicitada. Tal es la desesperante lentitud que algunas empresas ya piensan acudir a otros países, como Francia, que tienen procedimientos mucho más sencillos lo que acelera su ejecución. El procedimiento ideado por el equipo económico del Gobierno parece pensado para grandes compañías, que tienen más recursos para afrontar el largo maratón del papeleo, y no para las pequeñas y medianas empresas, que representan más del 95 por ciento del tejido empresarial. Ponérselo algo más fácil, sin desatender los requisitos que marca la ley contractual en el sector público, hubiese sido empezar el edificio de la recuperación por los cimientos. Tiempo ha tenido el Gobierno para hacerlo, así que más que un olvido hay que achacar la decisión a la ineptitud gestora que caracteriza al sanchismo.