Editorial

Europa y la otra orilla de la inmigración

Editorial ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La visita del Papa al campamento de Mavrovouni tuvo ayer el valor simbólico de una denuncia que pone a Europa frente al espejo de su dignidad. El «naufragio de la civilización» al que se refirió el Obispo de Roma, en referencia a los miles de refugiados que esperan a las puertas de Europa -en estas vísperas navideñas preocupada por el pasaporte que da entrada a los restaurantes y por los suministros de exquisiteces gastronómicas-, tiene lugar en Lesbos y en muchas de las costas que bordean el continente, en buena parte españolas, pero el viento sopla desde los países que exportan miseria a Occidente. La UE tiene la obligación moral de acoger refugiados dentro de sus posibilidades, sin ver amenazado el frágil equilibrio social y económico que le permite sobrevivir para seguir siendo faro de la libertad y el bienestar. Los países en desarrollo, por su parte, han de asumir su responsabilidad en la construcción de un mundo nuevo que no puede empezar y terminar en Europa. Ayuda no les puede faltar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación