Editorial
La España vaciada no tiene horizonte sin servicios
La feria Presura ha sido el escenario elegido por el Gobierno para anunciar, a cuenta de las ayudas procedentes de Bruselas, inversiones millonarias en estas vastas áreas geográficas
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Entrelazadas, la despoblación y la ausencia de servicios básicos -públicos o privados- se dan la mano para hacer de la denominada España vaciada un territorio inhabitable. El progresivo cierre de las sucursales bancarias, simple inconveniente en las grandes urbes, se convierte para los habitantes del medio rural en un obstáculo añadido para su permanencia en los pueblos. El negocio manda y el recorte de oficinas llega a núcleos cada vez más poblados, de hasta 5.000 habitantes. Celebrada en Soria esta misma semana y dedicada a reflexionar sobre el vaciamiento del medio rural, la feria Presura ha sido el escenario elegido por el Gobierno para anunciar, a cuenta de las ayudas procedentes de Bruselas, inversiones millonarias en estas vastas áreas geográficas. No se trata, sin embargo, de levantar castillos en el aire de la propaganda, sino de proteger lo que todavía queda en pie para retener a quienes mantienen viva y activa esta gran parte de España.
