Editorial
Se enciende el debate sobre la vacunación obligatoria
Algunos gobiernos han decidido frenar al movimiento antivacunas y lo han hecho pertrechándose de una cobertura legal al declarar obligatoria la inmunización en determinadas franjas de edad (Grecia o Italia) por las circunstancias excepcionales que atosigan a la salud pública de sus países. El debate jurídico sobre la imposición de estas medidas, como la de restringir derechos a ciudadanos no vacunados pero perfectamente sanos, será largo y admite interpretaciones diferentes. En general, la falta de esa arquitectura legal que permita poner en cuarentena derechos fundamentales ha sido la mejor coartada que han encontrado los antivacunas. Dos años después, España sigue sin una ley de pandemias. La inmunización es esencial, eso es indiscutible, como el deber de los Estados de proteger a sus nacionales. Pero debieran ir acompañados de una armadura jurídica eficaz, más pedagógica que coercitiva, para dejar sin excusas a quienes ponen por delante su derecho individual al de todos.