Editorial
El desbloqueo del TC, una buena noticia
Debe ser la primera piedra para renovar también el Consejo General del Poder Judicial, siempre y cuando antes haya un compromiso expreso del Gobierno para modificar en el futuro su sistema de elección
El hecho de que el PSOE y el PP ultimasen ayer la renovación de órganos constitucionales como el TC, el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo, que finalmente ocupará el socialista Ángel Gabilondo, es al fin una grata noticia para nuestra democracia. Tarde y mal, siempre es preferible que llegue una solución a que no lo haga. Y sobre todo, que estos acuerdos de Estado entre los dos principales partidos no se frustren y bloqueen por el empecinamiento de uno y otro a ejercer un control absoluto sobre las instituciones. Sin duda, es crucial el acuerdo definitivo sobre el Tribunal Constitucional, que de momento no alterará su actual mayoría conservadora. No obstante, debe ser la primera piedra para renovar también el Consejo General del Poder Judicial, siempre y cuando antes haya un compromiso expreso del Gobierno para modificar en el futuro su sistema de elección, como demanda la UE, y se fortalezca la independencia de sus miembros. De otro modo, de nada servirá su renovación.