Editorial

La comparativa retrata a Sánchez

Dieciséis ministerios para tres partidos y 83 millones de habitantes tienen lógica en Alemania. Veintidós para que Sánchez siga gobernando discrecionalmente a 47 millones es un abuso

Editorial ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Alemania es un país con 83 millones de habitantes, un Gobierno de coalición entre tres partidos -socialdemócrata, liberal y verde- y un gabinete de dieciséis ministerios. España es un país con algo más de 47 millones de ciudadanos, un Gobierno alianza de dos partidos -el PSOE y Podemos- y un Ejecutivo de veintidós ministerios. La comparativa, se mire por donde se mire, no resiste más análisis que el que se desprende del dispendio del gasto público, lo innecesario, la irrelevancia de muchos departamentos con competencias impostadas, y el puro reparto de poder para satisfacer cuotas y egos personales. Alemania arrancó ayer una nueva era tras dieciséis años de Angela Merkel como canciller. Su gestión ha sido elogiada de forma unánime en toda Europa, y acaba de ser despedida con todos los honores que merece quien convirtió la Cancillería en un ejemplo de dedicación al servicio público. Arranca la era de Olaf Scholz, avalado ayer por 395 votos del Bundestag, con varias incógnitas por resolver, especialmente la estabilidad que tendrá la llamada ‘coalición semáforo’. Pero como primera providencia, y al contrario que Sánchez en España, no ha necesitado inventar ministerios de la nada ni convertir meras direcciones generales en departamentos elefantiásicos inflando el gasto público de manera absurda.

Scholz es un hombre que mide cada palabra con prudencia. No apunta a ser un carismático líder de masas obsesionado con su imagen. De hecho, presume de liderar un modelo político basado en la tecnocracia y lo grisáceo de la gestión por encima de las campañas de marketing. Probablemente los años lo conviertan en un buen aliado del Gobierno español -debe haber ‘a priori’ una empatía socialdemócrata evidente-, pero en absoluto adornará su política y la de su gabinete, como hace Sánchez, con los gestos, la sobreactuación y la demagogia. Scholz tiene como reto incierto hacer que la coalición funcione, toda vez que los principios ultraliberales entremezclados con lo propios del ‘frugalismo’ económico son los que van a caracterizar la labor del nuevo responsable de Finanzas, Christian Lindner, y eso a menudo puede no casar con las ideas del propio Scholz, o de Los Verdes. De hecho, la primera diferencia sustantiva entre Scholz y los Verdes se produjo ayer mismo, cuando el canciller desautorizó a la nueva responsable de Exteriores por haber sugerido que Alemania se sumase al boicot diplomático anunciado por EE.UU. a los Juegos de Invierno de China. Scholz tendrá que lidiar con discrepancias de política interna, pero desde luego difícilmente tendrá al enemigo en casa, como Sánchez, cuyo socio de coalición desprecia la Constitución y pretende erradicar la Monarquía parlamentaria como sistema de funcionamiento fructífero de nuestro país.

A todos los efectos, Alemania no es España. La concepción de su propio criterio del Estado, la unidad de acción entre partidos muy dispares en cuestiones esenciales de nación, el mismo concepto del patriotismo, o el respeto al ciudadano no sobredimensionando un Gobierno con ministerios inútiles, son diferencias muy sobresalientes. Donde Sánchez potencia la frivolidad, Scholz -la misma izquierda que dice representar Sánchez- explota la prudencia. La recesión, la inflación y el aumento de los contagios pandémicos en Europa obligarán a Alemania a no equivocarse, y a que los tres partidos de la coalición cedan en beneficio de la estabilidad, el crecimiento, y como dijo Scholz, la inversión. Dieciséis ministerios para tres partidos y 83 millones de habitantes tienen lógica. Veintidós para que Sánchez siga gobernando discrecionalmente a 47 millones de españoles es un abuso.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación