Editorial
Aprobar decretos aun a costa de inutilizarlos
El Gobierno logró ayer, por un solo voto, que el Congreso convalidara el decreto por el que pretende normalizar la situación laboral de más de 250.000 interinos en la administración pública. Sin embargo, el decreto, conocido como el ‘icetazo’ porque fue el único logro de Miquel Iceta durante su escaso tiempo al frente de Política Territorial, ha quedado totalmente desnaturalizado. Su pretensión de que los interinos pudiesen acceder a un examen para garantizar su plaza de funcionario de manera definitiva ha quedado prácticamente en nada. Para asegurarse los votos de ERC, que iba a votar en contra, el Gobierno claudicó, y los interinos con diez años acreditados ni siquiera tendrán que examinarse. Está claro que el decreto era polémico y susceptible de muchas mejoras. Pero Sánchez prefiere salvar ‘in extremis’ cualquier decreto salido de la fábrica de ideas de Moncloa, aun a costa de inutilizarlo, porque le da más valor a no tener una sonora derrota parlamentaria que a legislar como debería.