El alto precio de la ‘calma’ en Kazajistán
Las autoridades de Kazajistán dicen haber conseguido estabilizar la situación en el país tras la intervención de Rusia. El balance de la crisis del precio del combustible y la revuelta social que la acompañó es estremecedor: 164 muertos, no menos de 1.300 heridos y cerca de 5.000 detenidos. Este es el resultado provisional del último despliegue militar en el exterior ordenado por Putin, decidido a revivir viejas glorias imperiales, al menos en países que pertenecieron a la órbita soviética o que, como en el caso de Siria, forman parte de su nómina tradicional de aliados. Teniendo en cuenta el trágico balance y el impresionante despliegue de unidades rusas, los disturbios parece que van más allá de la típica revuelta por la inflación y que tienen que ver también con las ansias de democracia interna en un país que hasta 2019 estuvo gobernado por la misma persona durante tres décadas. Algo parecido, por cierto, a lo que va camino de ocurrir en Rusia, donde, en un cargo u otro, manda Putin desde el siglo pasado.