Editorial
Los acuerdos bilaterales con EE.UU., cuestión de Estado
La llegada de nuevos destructores norteamericanos es una necesidad defensiva de la OTAN, y con ella de Occidente, frente a cualquier amenaza, sobre todo rusa
La aceptación por parte del Gobierno de una modificación del Tratado Bilateral que España mantiene con Estados Unidos para permitir la llegada a la base de Rota de dos destructores más norteamericanos es mucho más que un síntoma de la regeneración de las relaciones amistosas con Estados Unidos. Es una necesidad defensiva de la OTAN, y con ella de Occidente, frente a cualquier amenaza, sobre todo rusa.
Es propable que cuando Pedro Sánchez lleve esta iniciativa al Congreso no cuente con el respaldo de sus socios de legislatura. Por eso, lo oportuno es el acercamiento que está iniciando Sánchez hacia el Partido Popular, de modo que se trate de una acción política conjunta en interés del Estado. Estados Unidos marca una pauta de dirección, es cierto, y así debe seguir siendo por su papel preponderante en la OTAN. Lo que ya no es admisible es que el Gobierno mantenga posiciones confusas o de tacticismo político o ideológico en contra del interés nacional. PSOE y PP deben caminar juntos en esto.