Editorial ABC
Se desploma el mercado hipotecario
El paraíso que planteaba el presidente del Gobierno, en trance mesiánico, no se ha cumplido ni de lejos
«Nunca, nunca más los españoles pagarán el impuesto de las hipotecas». Así de tajante y solemne, con ese tono de quien anuncia una conquista vital para la humanidad, se presentaba hace ahora un año Pedro Sánchez anunciando toda clase de venturas en el mercado hipotecario, desde un real decreto por el que a partir se ese momento se endosaría a los bancos ese impuesto hasta la aprobación de una nueva Ley Hipotecaria que sería una bendición para los compradores de vivienda. Cuatro meses después de la entrada en vigor de la nueva norma, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad se situó en 22.488 el pasado mes de septiembre, cifra un 31,6 por ciento inferior a la del mismo mes de 2018 y la más baja en un mes de septiembre desde 2014. Es decir, que el paraíso que planteaba el presidente del Gobierno, en trance mesiánico, no se ha cumplido ni de lejos, bien por la necesaria adaptación de los actores del sector a la nueva normativa, bien por la desaceleración económica, que por otra parte el Ejecutivo socialista sigue empeñándose en negar. Ayer nuevo informe pesimista del Banco de España: caen los beneficios de las empresas y la mitad de ellas ya no crea empleo.
Valga este nuevo chasco de la hipotecas para definir la gestión del Gobierno de Sánchez, centrada fundamentalmente en los golpes de efecto y la propaganda, toda vez que ni siquiera una de las pocas leyes que consiguió sacar adelante en su primer mandato ha mejorado el mercado al que estaba sujeta, ni parece que satisfaga la demanda de los ciudadanos. Por acción o por omisión, hablamos de un Ejecutivo tendente a no resolver los problemas existentes y a crearlos donde no los había.