Derbi electoral

A propósito del derbi futbolístico: lo ha calentado la insensatez de un candidato, del portavoz económico de Ciudadanos, Marcos de Quinto, quien para poner en su sitio a los independentistas catalanes, lo que me parece muy bien, ha soliviantado a los que profesamos con unción casi religiosa la fe bética de las trece barras verdiblancas, al decir: «Ser independentista es como ser del Betis, es complicado que alguna vez ganen la Liga». Pues no es nada complicado, señor Quinto, que es apellido más propio de las botellas de cerveza que de las de su procedencia de Coca-Cola. Lo que no sabe el señor Quinto se lo han dicho en un zasca de internet, y ya no hay que entrecomillar esa voz de zasca, porque la ha admitido la Real Academia en el DRAE y nada menos que proclamado en presencia de Su Majestad el Rey, que es bético por parte de abuela y colchonero por su casa. Un bético ofendido por compararlo con los separatistas le ha dicho a Quinto: «El Betis tiene una Liga y dos Copas. Marcos de Quinto, cuando ha dicho eso, seguramente sólo tenía dos copas». Óle. ¿Pero cómo nos van a comparar a los béticos con los independentistas, si ser bético es una religión y ser independentista, una ensoñación? Pocos votos béticos habrá hoy para Ciudadanos por culpa de esta odiosa comparación con Junqueras y los que queman nuestra bandera. Y eso que hacen falta como el comer esos votos a Ciudadanos en el derbi electoral de hoy para que pueda ganar la derecha. Aparte de nervios y frustraciones, esta noche, cuando den los resultados de las primeras estimaciones del escrutinio, las calculadoras echarán humo a la hora del derbi futbolístico, sumando los escaños de PSOE con todo lo pactable por Sánchez, incluidos separatistas y proetarras, y del PP, más Vox más el partido del señor que dice que los béticos somos como los independentistas, ¡tequiyá!

¿Y si el derbi electoral termina en empate? Es lo que me temo, como dijo el ecijano Pepe Luis Vargas cuando el toro le pegó aquella cornada de caballo en Sevilla: «Tó pá ná». ¿Y si después de tanto gasto electoral resulta que de las urnas sale hoy otro bloqueo? ¿A quién va a culpar ahora Sánchez? El que culpó del bloqueo a otros, cuando lo impidió él no pactando con los del casoplón de Galapagar? Por cierto: hay que ver que la Real Academia está en todo, aparte de avanzar presurosa y elogiablemente hacia la presencia del español en las nuevas tecnologías. Entre las nuevas voces admitidas en el Diccionario está «casoplón». Yo creo que es un homenaje a los Marqueses de Galapagar por el suyo, que tantos votos les ha costado y más que probablemente les va a costar hoy en el derbi electoral, después que el señor del Casoplón haya dicho que no se quiere morir sin tocar pelo formando parte del Gobierno. ¡Que se mueran los feos!

Pasando del derbi al Diccionario, también ha admitido la Academia la gaditanísima palabra «sieso». Sí, eso: «Dicho de una persona, desagradable, antipática, desabrida». ¡Pues anda que no hay siesos en Cataluña, que niegan la libertad de los que defienden la Constitución y la lengua española a la mitad de la población de aquella autonomía! ¿La liarán parda hoy en los colegios electorales? Para muchos no es hoy el problema el desbloqueo. Los verdaderamente felices son los que dicen: «Ni PSOE, ni PP ni nada. Yo quien quiero que gane hoy es mi Betis bueno».