Testimonios del coronavirus
Carta de la hija de un hombre muerto por coronavirus: «Es necesario que se nos escuche y que nuestros familiares no queden como un simple número»
«El martes 31 de marzo por la noche falleció, sin la posibilidad de una UVI o un respirador que quizás lo hubiese salvado»
Hace unas semanas que mi padre falleció por coronavirus con solo 75 años recién cumplidos. Se llamaba Emiliano, y era un padre diez, un marido ejemplar que además cuidaba con un amor infinito de mi madre enferma psiquiátrica crónica, el hombre de mi vida , mi mejor amigo, siempre risueño, positivo, noble, amigo de sus amigos y sin contar su papel de "yayo" con mi hijo Pablo, su único y estimado nieto, con quien se adoraba y disfrutaba tanto...eran el uno para el otro. Los que me estéis leyendo podréis pensar: "Qué va a decir de su padre". Pero es que era así (¡cómo me cuesta hablar en pasado!), os lo puedo asegurar. Ha dejado un vacío tan tan grande que yo aún no me lo puedo creer.
Toda esta pesadilla empezó la semana del 23 de marzo, cuando mi padre notó unas décimas de fiebre al anochecer y un poco de tos, pero nada que no pudiese ser un simple resfriado. Él apenas salía de casa , pues yo le llevaba la comida, y cuando lo hacía iba con su mascarilla y sus guantes y volvía pronto. No tenía patologías , sino una salud de hierro, no tomaba ni una pastilla.
Esa semana llamó al 061 y le dijeron que tomase paracetamol y se quedase en casa. Así lo hizo, hasta que dos días después volvió a llamar y ya lo mandaron a hacerse una radiografía. Fue por su propio pie y en ella ya se vio neumonía bilateral .
Me llamó tembloroso y yo lo llevé a Urgencias. Ya le vi el miedo en los ojos, estaba asustado y yo lo tranquilicé. Cuando llegamos a su hospital de referencia en la sala de espera nos encontramos con un panorama dantesco. Gente tirada por el suelo, esperando a que los llamasen, tosiendo, con fiebre, un caos. En ese momento ya me di cuenta de que podía caer yo, pero ya no tuve miedo, sino que ayudé en lo que pude y estuve al lado de mi padre doce horas hasta que lo llamaron.
Más tarde me llamó él mismo desde su teléfono móvil para decirme que se quedaba ingresado. A los dos días lo subieron a planta. No teníamos apenas información y él no podía llamar porque se ahogaba , le faltaba el aire y solo tenía puesto un oxígeno cutre.
El martes 31 de marzo por la noche falleció , sin la posibilidad de una UVI o un respirador que quizás lo hubiese salvado. Eso me martiriza, no imagináis cuánto. Lo dejaron morir en una habitación. Él cada vez que me llamaba, que eran pocas, me decía: "hija, aquí no viene nadie".
Explicaciones. cero. Nos inundó una pena enorme, una rabia que a mí me va a más... no puedo soportarlo.
A todo esto, un día antes de fallecer mi padre, mi madre ingresó positiva también . El día que él murió ella estaba en el mismo hospital. Mi madre es enferma crónica psiquiátrica y dependía mucho de mi padre. Él era sus ojos, sus pies, sus manos, y a la pobrecita le dieron la terrible noticia allí sola los médicos, no pudimos ni estar a su lado ni pudo ver a mi padre.
¿Y ahora qué? Además de la tristeza inmensa de no tener a mi padre, ¿qué va a ser de ella, quién la va a cuidar? Ahora está en mi casa, pero yo he de ir a trabaja. Las ayudas son nulas porque por el estado de alarma no pueden dárnoslas, no podemos tramitar ni su pensión porque están desbordados. No tenemos ni las cenizas de mi padre, nadie se ha preocupado de nosotros, toda una vida cotizando, luchando para acabar así muerto solo en una habitación, con miedo, sin familia que tenderle una mano.
Esto no puede quedar así. Hay que pedir justicia de alguna manera y no sé ni por dónde empezar, pero es necesario que se nos escuche y que nuestros familiares no queden como un simple número .
Mi padre salía dos veces por semana a comprar y a la farmacia, con su mascarilla y sus guantes, y no imaginó, ni él ni nosotros, el peligro que corría, porque no lo habría hecho. Políticos descerebrados que han roto nuestras familias por no decretar el estado de alarma antes, qué asco.
* Cristina Crespo Márquez es de Barcelona.
Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es
Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es
Noticias relacionadas