Mal comienzo para el PP

El vídeo de Mariano Rajoy en La Moncloa ha recibido críticas por su posible ilegalidad, dado que, según el PSOE, se trata de un mensaje preelectoral desde la Presidencia del Gobierno, y por la escasa calidad de su contenido. Al margen del oportunismo socialista al denunciar los hechos ante la Junta Electoral Central, lo cierto es que Rajoy empieza su campaña con una torpe iniciativa . Si inapropiado es el continente —la sede presidencial—, más lo es el contenido, un mensaje leído con poca convicción y con excesivas apelaciones al miedo que deben sentir los ciudadanos frente a las opciones populistas. Rajoy es mucho mejor candidato que lo que revela esa grabación, cuyas consecuencias recaen en quienes han asumido la dirección de la campaña. Aún está a tiempo el PP de revisar el nombramiento de Jorge Moragas como responsable electoral de Rajoy. Una campaña tan decisiva como la que desemboque en el 26-J no debe empezar con un error tan inexcusable. No será que el equipo de estrategas de la comunicación del PP no haya tenido tiempo para prepararse, teniendo en cuenta que daban por descontadas desde el principio nuevas elecciones .

Al PP le convendría pararse a pensar cómo quiere ganar las elecciones generales: con ambición, para lo que poco le sirve la anterior campaña, o con resignada mediocridad. Para esto último, el vídeo de La Moncloa es un buen comienzo . El PP tiene que asumir que su misión histórica no es salvar —ni defenestrar— a Rajoy , sino mantener el proyecto político de centro-derecha que tantos beneficios ha dado a España, eso sí, cuando se ha aplicado. Los populares no son dueños de ese proyecto ni tienen derecho a subordinarlo a enfoques personalistas, sino responsables de conservarlo, reforzarlo y llevarlo nuevamente al Gobierno de España.