Editorial ABC
Las «cloacas» privadas de Iglesias
Iglesias tiene la bula de Sánchez y con eso basta para privilegiar al líder de Podemos con una impunidad política digna de la mejor casta

Flaco favor han hecho el PSOE y Podemos a Pablo Iglesias al calificar como «asunto privado» su relación con el caso Dina Bousselham. Al describirlo de esta manera, ambos partidos han conseguido que el vicepresidente segundo no comparezca en el Congreso, pero, al mismo tiempo, lo han dejado sin la coartada de las «cloacas del Estado». O es privado o no lo es. O pertenece al ámbito de las relaciones personales de Iglesias o está sometido a la conspiración policiaca de turno. Y es cierto que se trata de un asunto privado, lo que no quiere decir que no sea turbio, colindante con varios delitos y progresivamente lesivo para el crédito que debe conservar un vicepresidente de Gobierno. También era privado, y totalmente legítimo, el litigio de Màxim Huerta con Hacienda y le costó el cargo de ministro de Cultura. También era privado el asunto del máster dudoso de Carmen Montón y tuvo que dejar el departamento de Sanidad. Iglesias tiene la bula de Sánchez y con eso basta para privilegiar al líder de Podemos con una impunidad política digna de la mejor casta.
El caso «privado» de Iglesias está en la mesa de un juez que ha retirado al vicepresidente segundo la condición de «víctima», porque no hubo robo alguno de teléfono. Y aquí empieza ya la sombra de una mentira en sede judicial, lo que hace del caso Iglesias un asunto un poco menos privado. Si, además, Iglesias revisó el contenido fotográfico íntimo guardado en la tarjeta de su excolaboradora, el asunto será privado, pero tiene una evidente trascendencia pública. Por eso, los letrados del Congreso no veían problema legal en que Iglesias compareciera, porque la vida privada de un miembro del Gobierno, cuando se oscurece tanto, afecta también a su dignidad como cargo público. Otra cosa es que Iglesias quiera para sí la inviolabilidad que niega a Don Juan Carlos, a quien sí quiso someter a investigación parlamentaria. Iglesias se está perdiendo en sus cloacas privadas.