El cinismo sin límites de Podemos

Podemos elevó ayer de nuevo su acoso a la Monarquía y ahondó en la fractura interna del Gobierno de Sánchez con una insólita exigencia, solo propia de quien no tiene miramiento alguno en demostrar su doble vara moral de medirlo todo en política. Anunció que solicitará que Don Felipe comparezca en el Congreso para explicar la salida de Don Juan Carlos de España. Hace tiempo que dejó de ser noticia la pretensión de Podemos de socavar a la Corona, incluso desde la propia mesa del Consejo de Ministros. Sin embargo, esa ofensiva ahora parece mucho más dañina porque Iglesias ha visto la ocasión propicia para desgastar a toda la institución y promover un cambio de régimen. Pero la petición de Podemos para que el Rey comparezca en el Congreso llama la atención por dos motivos. Primero, porque demuestra unas contradicciones insalvables en el partido de Iglesias. Un partido que se niega sistemáticamente a explicar el caso Dina (o mejor dicho el caso Iglesias) en el mismo Congreso al que quiere conducir al Rey para estigmatizar a la Monarquía no merece ser tildado de congruente. Menos aún, cuando Iglesias ha tratado de manipular y pervertir la acción de los Tribunales presentándose como víctima en un proceso del que podría estar imputado en breve. Y segundo, porque no es posible considerar medianamente serio que Don Juan Carlos sufra una condena de culpabilidad preventiva sin derecho a la presunción de inocencia, y sin embargo Podemos -cuya financiación está repleta de sospechas- exija para sí mismo la generosidad jurídica que niega a los demás. El mayor error de Sánchez fue conformar una coalición de Gobierno con Podemos. Su mayor desafío, lidiar con un partido que pretende, sencillamente, acabar primero con la Monarquía parlamentaria, y después con la democracia.