Editorial ABC
Cinismo de Sánchez con Podemos
A Pedro Sánchez la hemeroteca le trae sin cuidado y todo el mundo es un delincuente en potencia menos los implicados en procesos que atañen a su partido, y ahora a Podemos
![Cinismo de Sánchez con Podemos](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2020/08/13/sanchez-iglesias-5588-kOIG--1200x630@abc.jpg)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está demostrando tener la memoria muy corta. Ayer, durante su comparecencia tras la audiencia mantenida con el Rey en Palma de Mallorca, recurrió al cinismo para evitar valorar la imputación de la cúpula de Podemos por la presunta financiación irregular del partido. Sánchez siempre mide sus palabras en función de criterios oportunistas. Por ejemplo, la investigación sobre Don Juan Carlos le resulta «inquietante y perturbadora», pero la de Podemos no, y por eso se limitó a expresar con desdén el mismo respeto por el poder judicial que Iglesias jamás ha demostrado como socio de gobierno. Sánchez no puede olvidar que Podemos es el anexo del PSOE que le permite gobernar y no puede eludir, como si nada estuviese ocurriendo, una resolución judicial de esta magnitud. El doble rasero a la hora de medir vuelve a convertirse en el mantra de la izquierda para distinguir entre corruptos malos y corruptos buenos. Si Podemos esconde una caja B, el pago de sobresueldos injustificados, o una financiación irregular a través de facturas falsas, Sánchez no puede esconderse.
El PSOE aniquiló al PP con una moción de censura basada en una resolución judicial, y siempre sostuvo que Mariano Rajoy era el responsable de los desmanes del Partido Popular. En tal caso, debería valer la misma filosofía para romper con Podemos. La imputación de dirigentes de Podemos, en especial de personas muy próximas a Pablo Iglesias, debería ser argumento suficiente para que Sánchez fuese, como mínimo, coherente. Pero siempre buscará excusas para no poner su gobierno en riesgo, incluso aunque la justicia esté estrechando el cerco sobre Iglesias en tres casos que despiden un pésimo olor a corrupción: el procedimiento judicial de la Audiencia Nacional sobre el caso Dina, la supuesta financiación ilegal de Podemos con informes relevantes del Tribunal de Cuentas y de técnicos de Hacienda, y las distintas denuncias presentadas por pucherazos en el proceso de primarias para reelegir a Iglesias como máximo responsable del partido.
A Pedro Sánchez la hemeroteca le trae sin cuidado y todo el mundo es un delincuente en potencia menos los implicados en procesos que atañen a su partido, y ahora a su socio Podemos. La mochila que ha decidido arrostrar el presidente del Gobierno justificando a Podemos con su silencio puede llegar a ser pesada en el futuro. Pero hoy, en términos de credibilidad y congruencia política, Sánchez vuelve a suspender demostrando una hipocresía que promete convertirse en endémica.