Carmena es generosa con aliados de los nazis
Cambiará «Crucero Baleares» por el nombre de un barco prisión del régimen de Vichy
Disparatado como es el cambio de nombres del callejero madrileño, cada día tiene su afán. Hoy no toca hablar de la calle «El Algabeño», sino de la del «Crucero Baleares» y la decisión de cambiar su nombre por el barco Sinaia en el que fueron llevados a México republicanos españoles que huían del régimen de Franco. Conmovedor, un barco así merece ser inmortalizado y no uno como el Crucero Baleares que resultó hundido durante la Batalla de Cabo de Palos, en marzo de 1938, tras ser torpedeado por destructores de la Armada republicana.
Pero sucede que el Sinaia, además de aquel viaje de libertad, tuvo muchas otras funciones. Como ser barco hospital alemán o barco prisión en Marsella al servicio del régimen de Vichy, el Estado títere de los nazis encabezado por el mariscal Pétain . Hay muchos casos documentados de prisioneros. El más notable, el del militante del Partido Comunista francés André Breton, escritor y gran teórico del surrealismo. Pero eso a Carmena le debe de importar una higa. Tal vez podría importarle un poco más el caso del combatiente del Batallón Asturias Julio Evaristo Suárez, que luchó entre abril y octubre de 1937 en el frente vasco. Detenido, pasó por campos de trabajo en la Seo de Urgell y San Vicente y se fugó cuando con otros prisioneros construía un puente sobre el río Segre. Exiliado en Francia, fue detenido allí en diciembre de 1940, no por haber cometido un delito, sino por ser comunista y convenir tenerlo a buen recaudo con motivo de una visita del mariscal Pétain a Marsella. Pero de todo eso Carmena y su comisión de la Memoria Histórica no quieren saber nada. La verdad no importa . Lo único relevante es borrar una parte de la historia llevándose por delante lo que sea. Ahora nos explicarán que aunque hiciera de barco prisión, en algún buscador sólo sale por el viaje a México. Porque ese es el rigor histórico de Carmena, probado ya cuando han argumentado por escrito que aunque la calle "El Algabeño" pudiera recibir ese nombre por otra persona, lo relevante es que en Google el que sale es un Algabeño falangista que luchó con Queipo de Llano.
Me reconocerán ustedes que este Ayuntamiento tiene una coherencia difícil de entender . Resulta que el concejal Sánchez Mato no ha descansado hasta que no ha quitado de una glorieta de Fuencarral un cañón de fabricación española porque era tan bueno que hasta el Ejército alemán lo empleó en la Segunda Guerra Mundial, pero no parece que a Sánchez Mato le importe nada la suerte de los comunistas en Francia bajo el régimen de Vichy.
¿Se imaginan ustedes lo que ocurriría en Francia si en un ayuntamiento gobernado por el Frente Nacional se quisiera dar el nombre del Sinaia a una calle? Pues aquí no pasa absolutamente nada. Ancha es Castilla.