Editorial ABC
Bolivia: una explicación urgente
No es aceptable que el prestigio de nuestro país se vea mezclado en hipótesis truculentas, que de ser ciertas serían completamente inaceptables
El Gobierno en funciones tiene que dar cuanto antes explicaciones de lo que ha pasado en La Paz con la encargada de negocios de la Embajada de España en su visita a la legación de México, donde se refugian exgerifaltes del Ejecutivo de Evo Morales, huido del país tras ser sorprendido dando un pucherazo electoral. A las autoridades bolivianas, por supuesto, pero también y con la misma celeridad y probidad, a la sociedad española. No es aceptable que el prestigio de nuestro país se vea mezclado en hipótesis truculentas, que de ser ciertas serían completamente inaceptables. Por ello, el Gobierno y la ministra encargada de Asuntos Exteriores, Margarita Robles, deben aclarar lo sucedido y, por supuesto, asumir las consecuencias que en su caso se desprendan. Pese a que la posibilidad de que se tratase de un malentendido no es descartable, aún en este caso estaríamos viendo las repercusiones directas de esa tendencia de la izquierda española -PSOE incluido- a la simpatía injustificada hacia los gobiernos populistas y las autocracias de Iberoamérica que tan bien ha encarnado en los últimos años José Luis Rodríguez Zapatero, convertido en el mayor valedor de la tiranía chavista de Venezuela. A ello se suma la alianza de Pedro Sánchez con Podemos, que es precisamente el portavoz en España de esa corriente liberticida. Con estos antecedentes, no hay manera de evitar que para la sociedad boliviana -que festeja haberse librado por fin de un presidente que se ha saltado todas las reglas para perennizarse en el poder- el gabinete de Sánchez sea sospechoso de connivencia con el régimen caído de Morales y con aquellos gobiernos americanos que desde posiciones demagógicas aún intentan ayudarle. Como dice el embajador de Bolivia ante la OEA en páginas de Internacional, será difícil que Sánchez logre una explicación convincente, pero está obligado a darla.