Harán más cosas que nos helarán la sangre
Irá más allá y más pronto que tarde el Gobierno de Iglesias y de Sánchez incluirá a los presos en un cúmulo de cesiones a cambio de garantizar la supervivencia de un presidente instalado en la mentira

Sucedió la pasada semana en la Comisión Constitucional del Congreso. Allí, desde su asiento, una condenada por apología del terrorismo, terrorismo que aún justifica, se dirigió nada menos que a la vicepresidenta del Gobierno de España. Con un conjunto de folios en la mano, dijo ... sin pudor que ya había enviado al Ejecutivo de Pedro Sánchez un plan de liberación y acercamiento de presos de ETA y de condenados por sedición. Y a continuación, Mertxe Aizpurua , de Bildu, se lo dijo alto y claro a Carmen Calvo : «Para que lo tenga en cuenta».
Aizpurua, ensalzadora profesional de lo que ella llama «gudaris de ayer y de hoy», se refirió así al plan diseñado y anunciado el pasado 12 de mayo por partidos independentistas vascos y catalanes y firmado –esto es importante– por Podemos, socio de Gobierno de Pedro Sánchez. El plan apoyado por el partido del vicepresidente Pablo Iglesias es una hoja de ruta que, además de demandar excarcelar a criminales, pide aprovechar la actual crisis sanitaria para «proceder al acercamiento generalizado a prisiones cercanas a sus domicilios de todos los presos que así lo soliciten». En otras palabras: renunciar a la política de dispersión avalada por Europa y ejecutada para minar al aún activo colectivo de presos de ETA y para fomentar la reinserción de terroristas que en sus lugares de origen son jaleados por los brutales crímenes. Una reinserción clave para la resolución de cientos de asesinatos de ETA que todavía se encuentran irresueltos.
Dos días después de que Bildu recordase sus exigencias sobre presos a Carmen Calvo, Sánchez y Batasuna se regalaron piropos en el pleno del Congreso de los Diputados y anunciaron el pacto de la traición, un documento para derogar la reforma laboral que ha creado tres millones de empleos y que ampara los ERTE para cuatro millones de familias. Con todo, mucho debemos temernos que ese pacto de la traición no se limitará únicamente a convertir a un partido heredero de extorsionadores y asesinos en uno capaz de sentar las bases de la quiebra de nuestro país. Irá más allá y más pronto que tarde el Gobierno de Iglesias y de Sánchez incluirá a los presos en un cúmulo de cesiones a cambio de garantizar la supervivencia de un presidente instalado en la mentira.
Cuando ocurra, puede que el PSOE vuelva a justificar su actuación con aquello de «la culpa es del Partido Popular». No nos sorprenderá. Seguimos teniendo muy presente a quienes advirtieron de que harán y dirán cosas que nos helarán la sangre.
* Ana Beltrán es diputada nacional y vicesecretaria de Organización del Partido Popular
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