Editorial ABC
El Banco de España avisa a Sánchez
El PIB avanzó un 0,5 por ciento en el segundo trimestre, dos décimas menos que en el primero
La economía española se frena sin que el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez haga nada para impedirlo, a pesar de las numerosas advertencias y recomendaciones que lanzan los expertos. El último en sumarse a esta oleada de alertas ha sido el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, tras constatar que el convulso contexto internacional ya está afectando de lleno al crecimiento. El PIB avanzó un 0,5 por ciento en el segundo trimestre, dos décimas menos que en el primero, y nada indica que la situación vaya a mejorar, más bien al contrario. La guerra comercial entre Estados Unidos y China y la desaceleración de la zona euro, con Alemania al borde de la recesión, se traducen en un menor volumen de exportaciones y de inversión empresarial, lastrando con ello la recuperación. Esta realidad, sin embargo, contrasta con el optimismo del PSOE, ya que, lejos de reconocer los riesgos y amenazas que se ciernen sobre el país, el Ejecutivo pretende revisar al alza las previsiones de crecimiento de cara a la posible repetición de elecciones.
Esta estrategia, por desgracia, recuerda mucho a los tiempos en los que Rodríguez Zapatero insistía en negar la crisis, pese a ser ya una evidencia. El Banco de España, por el contrario, no solo reconoce los efectos del frenazo económico, sino que destaca la importancia de garantizar el equilibrio de las cuentas públicas, así como la necesidad de impulsar nuevas reformas estructurales para revertir esta peligrosa deriva. El problema es que Sánchez y sus ministros hacen oídos sordos. La incertidumbre política, fruto de su incapacidad para formar gobierno, y el erróneo recetario que proponen los socialistas, centrado en aumentar el gasto y las trabas al crecimiento, tan solo agravarán esta preocupante tendencia a la baja.