Editorial ABC
Aprovechar la fuerza del municipalismo
El ayuntamiento es la administración más cercana y como tal es mucho más porosa a la hora de captar el interés del ciudadano, siempre dentro de sus competencias
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La dura derrota cosechada por el Gobierno a cuenta del decreto sobre el superávit de los ayuntamientos, rechazado sin matices en las Cortes, no solo ha puesto de manifiesto la debilidad parlamentaria de Sánchez sino que ha servido para reinvindicar la potencia y fuerza real del municipalismo cuando los alcaldes deciden ir todos a una en defensa de sus ciudades y para mejor bienestar de sus vecinos. El ayuntamiento es la administración más cercana y como tal es mucho más porosa a la hora de captar el interés del ciudadano, siempre dentro de sus competencias. Por eso es inconcebible que Sánchez no haya sabido leer qué significaba la revuelta de alcaldes de toda ideología (salvo los socialistas, cuyo papel en este proceso ha sido de una sumisión lamentable al partido) que le ofrecían varias alternativas a la práctica confiscación de los ahorros municipales que conllevaba el decreto de Montero. Ni lo supo leer Sánchez ni fue agradecido con los consistorios que en general han tenido un comportamiento ejemplar durante la pandemia, arrostrando sin rechistar problemas ajenos a su competencia y poniendo toda clase de recursos en la lucha contra el Covid, con un elevado coste económico. ABC ofrece hoy las opiniones de los alcaldes que han protagonizado este triunfo incontestable contra la sinrazón del Gobierno, que pretendía quedarse durante diez años con 15.000 millones del esforzado ahorro municipal, para repartir (entre quienes se portasen bien y no rechistasen) 5.000 millones provenientes de los fondos europeos para la reconstrucción. Su ejemplo debiera servir como estímulo para la administración autonómica cuando esta resulta maltratada por un Ejecutivo tozudo que se viene arriba en su soberbia sin ser consciente de su gran debilidad en el Parlamento.