MIRADAS SOBRE LA EPIDEMIA

Liderazgo positivo y negativo

El director general de Auerbach Grayson & Co y miembro del Instituto Hermes escribe en ABC: «En los momentos de crisis es cuando mejor se ve la capacidad de liderazgo de los gobernantes»

De izquierda a derecha: José Luis Martínez-Almeida, Donald Trump y Andrew Cuomo

Ángel de la Fuente

La actual crisis mundial provocada por el coronavirus va a dejar una huella cuyo impacto tendrá una magnitud que aún no somos capaces de medir. Todos estamos deseando volver a la «normalidad», excepto que «the new normal» va a ser diferente a lo que estamos acostumbrados, tanto en términos económicos como sociales, políticos o de relaciones interpersonales.

Pero aún no estamos en ese punto: todavía tenemos que pasar la fase actual (crítica) de confinamiento y control de la expansión del virus. Nadie tiene la fórmula perfecta para sobrellevar esta fase de confinamiento asegurando el contagio mínimo y contentando a la mayoría de la ciudadanía . Pero lo que sí estamos viendo son distintos estilos de «liderazgo» por parte de los gobernantes a lo largo del planeta para tratar de afrontar esta crisis monumental para la que, seamos claros, nadie estaba preparado, a pesar de los avisos de ciertos científicos y de personalidades con gran impacto mediático como Bill Gates.

En los momentos de crisis es cuando mejor se ve la capacidad de liderazgo de los gobernantes (cuando todo va bien, incluso los gobernantes más incompetentes son poco dañinos... a veces). La palabra liderazgo suele despertar connotaciones positivas; sin embargo, el liderazgo puede ser negativo. Un buen ejemplo es el del presidente de EE.UU., Donald Trump . El actual inquilino de la Casa Blanca es un perfecto ejemplo de líder pernicioso, con su personalidad egocéntrica y arrogante, prepotente, inculto, inseguro, manipulador, populista y demagogo. En esta crisis, Trump ha cambiado de posición según le ha parecido, ha echado balones fuera no asumiendo ninguna responsabilidad ni ningún error en la gestión de la crisis, diciendo que él lo ha hecho todo bien y culpando al resto por las cosas que han salido mal: desde China (cuyo opaco Gobierno sin duda tiene buena culpa) hasta la OMS o el propio Dr. Fauci, el Director del CDC que depende del propio Trump.

Debería haber aprendido, por ejemplo, del reciente discurso del Presidente Macron , asumiendo errores y reconociendo que se podían haber hecho las cosas mejor en Francia. Ese reconocimiento de los errores propios y la actitud para aprender de ellos (en vez de culpar a terceros y a tu propio equipo) es una característica importante de los líderes positivos. Trump está ahora alentando imprudentemente las revueltas que empiezan a surgir en distintos estados presionando para «reabrir la economía ya», creando fricción con los Gobernadores, con su vista ya puesta en noviembre y su prioridad en ver cómo puede hacer para volver a ganar las elecciones.

En el mismo país, EE.UU., el Gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo , ha surgido como un líder inesperado a través de sus conferencias de prensa diarias . Su talante conciliador y empático, su manera de hablar relajada y fácil de entender para todos –con su acento de Queens–, su mensaje basado en datos y números, y no en instintos o suposiciones cambiantes de un día para otro, su sinceridad reconociendo la gravedad de la crisis desde el primer día y la falta de previsión inicial de todos, asumiendo su responsabilidad y sin echar culpas a otros, ha producido una ola de seguidores que están pendientes de la cita diaria con «Governor Cuomo» para escuchar su parte de cifras de altas, nuevos afectados y fallecidos, escuchar su plan de acción para «aplanar la curva” y pasar el «apex», cuándo hay que ponerse máscara y cuándo se puede volver a trabajar, etc...

En definitiva: Cuomo transmite confianza a los neoyorquinos en un momento en que ésa confianza de los líderes/gobernantes es clave . Además, Cuomo habla cada día de lo importante que es en estos momentos estar más pendientes de nuestros seres queridos, de hablar a diario con las personas mayores que están solas en sus apartamentos, de aprovechar para dedicar más tiempo y conversación con nuestros hijos ahora que estamos con ellos las veinticuatro horas del día en casa, incluidos los que se habían ido a la universidad y ahora están de vuelta. En fin, Cuomo ha sabido también tocar la fibra sensible que todos llevamos dentro y que, en estos momentos inciertos, es más sensible que nunca: un lenguaje al que los políticos en general (no digamos ya Trump) no nos tienen acostumbrados. Tan es así que ha empezado un movimiento online con el hashtag #cuomoforpresident y no hay día en que los periodistas no le pregunten por ello, a lo que él ha respondido repetidamente que no tiene ningún interés y su compromiso es cien por cien con los neoyorquinos.

Un amigo me preguntaba ayer a qué partido pertenece Cuomo. Me pareció una pregunta muy interesante: en estos momentos de tremenda confrontación política de un partido contra el otro, que alguien no sepa de qué partido es el Gobernador del principal estado de la nación, que está teniendo un impacto mediático importante diario, me parece algo muy positivo. Como el propio Cuomo dijo hoy en su rueda de prensa, «this is no time for POLITICS».

Que nadie se engañe: Cuomo es un «animal político» de primera magnitud. Fue secretario de estado con el Presidente Clinton, Fiscal General de Nueva York y es Gobernador de NY desde 2011 (su padre, Mario Cuomo, fue Gobernador de NY por tres mandatos). Sus críticos dicen que tiene un ego gigante y le encanta escucharse y que tener esa cita diaria (los principales canales de TV la emitien en directo) es un activo tremendo para su imagen y carrera política. Y, si es así, ¿cuál es el problema? Eso es justo lo que necesitamos, políticos de raza y de vocación que, en el ejercicio de su ambiciosa carrera política, sean efectivos y eficientes cuidanfo de los intereses de sus ciudadanos con un liderazgo positivo.

Ya habrá tiempo para analizar errores y aciertos en la gestión de la crisis: ahora es el momento de trabajar todos juntos para vencer al virus y pasar página lo antes posible.

Si la gestión de la crisis ha descubierto a muchos la figura de Cuomo, en España ha ocurrido algo parecido con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y con la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso . La situación en Madrid ha sido y es dramática (como lo es en NY, ciudad donde yo resido) y la gestión de la crisis no es fácil y es seguro que ambos habrán cometido errores o habrían tomado alguna decisión antes o diferente si pudieran dar marcha atrás, pero mi visión desde la distancia es que ambos, cada uno con su estilo personal, están siendo líderes positivos para los madrileños y con su empatía y su actitud de no esconderse, de multiplicarse y estar dando apoyo a todo aquel que lo necesite, de ser constructivos y olvidarse de «peleas», colores o partidos políticos, no sólo están siendo eficientes en la gestión y control de la pandemia, si no que también se están ganando la confianza de la gente, que ve a líderes comprometidos y centrados en lo importante y urgente. De nuevo, ya habrá tiempo más adelante para analizar la gestión a nivel nacional y regional y pedir cuentas. Sobre todo, en las urnas.

Como madrileño y como neoyorquino, quiero dar las gracias en público a la presidenta Díaz Ayuso, al gobernador Cuomo y al alcalde Martínez-Almeida por su liderazgo positivo.

* Ángel de la Fuente es director general de Auerbach Grayson & Co y miembro del Instituto Hermes.

Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es

Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación