Editorial ABC
Un acuerdo para sortear la temida frontera dura
El acuerdo supone un balón de oxígeno de seis meses para que ambas partes puedan seguir definiendo el futuro de esta colonia británica en suelo español, una vez el Reino Unido transite al margen de la UE
El Gobierno logró cerrar ayer a última hora un acuerdo intermedio con el Reino Unido para evitar la temida frontera dura con Gibraltar, que hubiera provocado a partir de hoy un Brexit total y una situación caótica para miles de trabajadores españoles que cruzan a diario la Verja. El acuerdo supone un balón de oxígeno de seis meses para que ambas partes puedan seguir definiendo el futuro de esta colonia británica en suelo español, una vez el Reino Unido transite al margen de la UE, y es un primer paso para la armonización en materia aduanera, laboral y fiscal de lo que sigue siendo una anomalía territorial en pleno siglo XXI. No obstante, a pesar de los aplausos que siempre acompañan cada anuncio del Ejecutivo solo se trata de un principio de acuerdo y de otra renuncia tácita de Sánchez a hablar de la soberanía de El Peñón, sobre la que ambas partes acordaron únicamente «estar en desacuerdo». Más allá de los avances económicos, sin duda relevantes, la sensación, una vez más, es la de ocasión histórica perdida.