Editorial ABC
Otra vuelta de tuerca a la mordaza
ABC informa hoy de que de las más de 1.300 preguntas parlamentarias formuladas al presidente del Gobierno en este tiempo de coronavirus, Sánchez no ha contestado ni 50
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Las pruebas de la regresión que se está produciendo en la vida democrática de manos del sanchismo son irrefutables. Sánchez ha decidido preterir las funciones y sentido final de las Cortes, donde está depositada la soberanía de los españoles. A rastras ha tenido que ser llevado de nuevo a las sesiones de control del Congreso, cerrado casi a cal y canto por la socialista Batet en una inconcebible maniobra política que pretendía inutilizar la Cámara justo cuando es más necesaria, pues el Gobierno alcanza un poder casi omnímodo en virtud de la alarma decretada, suspendiendo incluso derechos fundamentales a los ciudadanos. ABC informa hoy de que de las más de 1.300 preguntas parlamentarias formuladas al presidente del Gobierno en este tiempo de coronavirus, Sánchez no ha contestado ni 50, menos del 5 por ciento, lo que demuestra su desprecio no ya a la oposición, en su misión fiscalizadora de la acción del Gobierno, sino a la institución misma, eje de nuestro sistema democrático, pues fue esa Cámara la que lo mandó a La Moncloa y, por tanto, a la que debe rendir cuentas. No es así y el líder socialista parece que se siente mucho más cómodo parapetado en el palacio presidencial en sus comparecencias sabatinas (o, como ayer, entre semana) que en la tribuna del Congreso, hurtando a las Cortes el papel que les encomienda la Constitución. El Senado no corre mejor suerte, pues también se niega a ir a la Comisión de las Comunidades Autónomas, que le ha convocado. La elusión de satisfacer el control parlamentario se suma a otras maniobras preocupantes, una vuelta de tuerca a la mordaza que intenta imponer tras el ataque a la libertad de expresión, con la persecución de las críticas al Gobierno con la excusa de los bulos, o aquellas kafkianas ruedas de prensa sin prensa y con las preguntas de los medios filtradas por un subordinado. Ni en Venezuela.