Editorial ABC
Inaplazable unidad constitucionalista
No es razonable que PP y Ciudadanos incurran en el error de mantener su división ante las citas electorales autonómicas que se avecinan en Cataluña y País Vasco
Los partidos constitucionalistas tienen una cita histórica en las elecciones que a corto plazo va a convocar Joaquim Torra en Cataluña. La victoria de Ciudadanos en los comicios autonómicos de 2017, aunque insuficiente para un cambio de gobierno, demostró que la sociedad catalana no es el bloque monolítico que pretende crear el separatismo, con el asentimiento oportunista de los socialistas de Iceta. Hay una Cataluña que quiere una voz que hable por ella con el discurso de la unidad con España, la vigencia de la Constitución, la igualdad ante las leyes y la convivencia democrática. La fragmentación del voto constitucionalista de centro-derecha ya ha acreditado ser una baza para la izquierda y el nacionalismo. No es razonable que PP y Ciudadanos incurran en el error de mantener su división ante las citas electorales autonómicas que se avecinan en Cataluña y País Vasco.
En ambas comunidades concurren las circunstancias excepcionales a las que tanto aluden ambos partidos cuando quieren describir el panorama creado por los nacionalistas y sus pactos con el PSOE. Es hora de poner en práctica esos diagnósticos con tratamientos adecuados, empezando por la presentación de candidaturas conjuntas que aprovechen hasta el último voto constitucionalista. En las pasadas generales, la suma de votos de PP, Ciudadanos y Vox habría creado una tercera fuerza política, por detrás, y a escasos miles de votos, del PSC, que obtuvo doce diputados. En Navarra, la coalición de UPN, PP y Ciudadanos ganó las elecciones forales y las generales. Sólo la deslealtad inverosímil de los socialistas navarros impidió un gobierno netamente foralista y constitucionalista. No tiene sentido alguno una dispersión del voto entre quienes coinciden en las cuestiones de las que depende la estabilidad constitucional en España.