Editorial ABC
Culpar ahora a la derecha es inmoral
Sánchez podrá culpar al PP cuanto quiera, pero el dato objetivo es que Pablo Casado ofreció a Sánchez su mano tendida, ha propuesto planes de rehabilitación económica de España, y avaló un estado de alarma extraordinario
Pedro Sánchez está demostrando por qué el Partido Popular tenía razón cuando decía que no era fiable, sino falsa, la propuesta del presidente de rubricar unos nuevos Pactos de La Moncloa para la reconstrucción social, económica y emocional de España. Todo era una trampa, como sostuvo ABC en aquel momento, y los datos son elocuentes. Durante la pandemia, el PP ha registrado 4.300 iniciativas parlamentarias, la mayoría relacionadas con el virus; hay 159 proposiciones no de ley despreciadas y bloqueadas por Sánchez en el Congreso; y hay 675 peticiones de informes al Gobierno que no se han contestado. El primero de ellos data del 22 de enero, cuando se solicitó al Ejecutivo el protocolo de actuación ante la pandemia. Pero Sánchez cerró el Congreso a cal y canto, ninguneó al jefe de la oposición sin siquiera mantener un contacto habitual y decidió gobernar España por decreto durante más de tres meses, poniendo al límite las mayorías parlamentarias y restringiendo drásticamente nuestras libertades.
Sánchez podrá culpar al PP cuanto quiera, pero el dato objetivo es que Pablo Casado ofreció a Sánchez su mano tendida, ha propuesto planes de rehabilitación económica de España, y avaló un estado de alarma extraordinario. Ahora, el Gobierno pretende culpar a la derecha de los errores, despropósitos y mentiras de una epidemia ante la que reaccionó tarde y mal. Produce una inmensa frustración solo pensar en que pudieron evitarse cientos o miles de las 40.000 muertes si Sánchez hubiese reaccionado de otro modo. Pero lejos de asumir errores, presume de éxito gestor, gobierna cediendo ante el independentismo y culpa a una derecha «golpista». Es inédito y políticamente inmoral.