Editorial ABC
La crisis de los refugiados amenaza a la UE
Lo que sucede en estos momentos no es más que un chantaje geopolítico del autócrata turco Tayip Erdogán, que pretende forzar a la UE a apoyarle frente a los intentos de Rusia de expulsar a sus tropas de Siria
La crisis de los refugiados de 2015 causó un daño irreversible para la Unión Europea. La actitud de permitir la entrada desordenada de millones de personas tuvo repercusiones en todos los campos y se convirtió en el más eficaz abono para el florecimiento de movimientos populistas de todo tipo, entre los que se debe señalar tanto a los que pedían que se acogiera indiscriminadamente a todos los que quisieran venir a Europa, como a los que fomentan un retraimiento nacionalista xenófobo y antieuropeo cuyo efecto más directo ha sido el Brexit. Lo que sucede en estos momentos no es más que un chantaje geopolítico del autócrata turco Tayip Erdogán, que pretende forzar a la UE a apoyarle frente a los intentos de Rusia de expulsar a sus tropas de Siria, una coacción que Europa no puede aceptar en ningún caso. Si Europa tuviera una adecuada relevancia estratégica -militar incluida- habría evitado que Turquía y Rusia estén disputándose el control de esta zona tan próxima a nosotros. Pero puesto que eso no ha sido posible, la única solución en estos momentos es lo que se ha acordado en Bruselas, con el apoyo expreso de todos los países, España incluida, y respaldar en todos los sentidos a Grecia y Bulgaria para que preserven la integridad de la frontera exterior europea. Naturalmente, la situación de las miles de personas que intentan entrar a toda costa debe suscitar también una reacción de solidaridad y compasión. Poco importa que la inmensa mayoría de los que intentan entrar ilegalmente en estos momentos no sean sirios ni estén huyendo de esa guerra, porque dentro de la esencia europea está también el respeto a la dignidad humana, pero para ello deben utilizarse los caminos de la legalidad y no los del desorden.