Cataluña, campeona en impuestos

Cataluña repite como región con más impuestos y Madrid, como la de menor presión fiscal. Ante la armonización de impuestos que quiere impulsar el Ministerio de Hacienda, que para noviembre amenaza con un borrador del nuevo modelo, Madrid es la comunidad (el País Vasco tiene un régimen especial) que, en general, tiene impuestos más bajos mientras que Cataluña repite como la región con más tributos propios, quince, de los 71 que hay. Y el número va en aumento: la Generalitat quiere crear uno más este año, el impuesto sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente. El modelo fiscal que ha venido desarrollando el Ejecutivo madrileño se basa en el principio de que el dinero siempre está mejor en manos del contribuyente una vez que queden atendidos los gastos sociales a los que está obligada toda administración. Esa política fiscal es la que crea riqueza y la que procura mayor bienestar a los ciudadanos.

No debe ser casual que, con esta estrategia, Madrid haya superado a Cataluña en la aportación al Producto Interior Bruto nacional. Así las cosas, cuando la Generalitat catalana exige a Hacienda que publique las balanzas fiscales de cada región, acompañe ese documento de la tabla del esfuerzo fiscal que cada autonomía exige en su territorio. Porque esa también es una información sumamente relevante y útil para los catalanes pues les permite comprobar quién está esquilmando a quién. No lo hará la Generalitat porque sale muy mal retratada en esa foto, sobre todo cuando buena parte de ese esfuerzo fiscal que se les exige a los catalanes va a parar a financiar los onerosos gastos del «procés», detrayendo por tanto recursos para la educación, la sanidad o la mejora de las infraestructuras, por ejemplo. En el fondo, a los cabecillas del «procés» de los catalanes apenas les interesa su bolsillo y hurgar en él.