Editorial ABC
Caos en unas compras peligrosas y caras
Se trata del gran pecado original del Ejecutivo: no hacer acopio del material necesario en los albores de la epidemia
Uno de los mayores errores del Gobierno en esta crisis del Covid-19 ha sido la caótica gestión del «mando único» que desde el Ministerio de Sanidad se encarga de centralizar las compras del material sanitario para hacer frente a una situación extraordinariamente grave. Tras las calamitosas pifias de los test rápidos de detección que resultaban no fiables (650.000) y de las mascarillas no homologadas y que no protegían bien (350.000), ABC informa hoy de la compra, pagando sobreprecio, de una partida de bastoncillos para toma de muestras a un intermediario farmacéutico con varios procesos judiciales por estafa. No es una cantidad menor, pues lo abonado finalmente por la Administración fueron más de cuatro millones de euros. La imprevisión seguimos pagándola cara. Se trata del gran pecado original del Ejecutivo: no hacer acopio del material necesario en los albores de la epidemia, entre otra cosas porque fue negando la gravedad de la situación hasta el día 9 de marzo, cuando ya iba muy tarde y el mercado comenzada a estar estresado. Cuando quiso ponerse, el planeta entero estaba haciendo acopio de material y Sanidad optó por echarse en manos de intermediarios poco fiables, con compras compulsivas a cualquier precio de enseres que no resultaban siempre fiables. Lo peor de todo fue la desprotección que tan caótico sistema supuso para el personal sanitario. No es casual en modo alguno que España lidere la clasificación mundial de médicos y enfermeros contagiados. Menos grave, pero también nocivo es el quebranto económico que esta disparatada estrategia comercial provocó en el erario, como son los sobreprecios pagados en determinadas partidas millonarias o echar mano de empresas o intermediarios en procesos judiciales por estafa. La radiografía de un caos comercial que resultó peligroso y caro.