Acoso a la Corona desde el Gobierno

Con el voto favorable de los socialistas navarros, EH Bildu ha conseguido retirar del Parlamento de Navarra un retrato de Don Juan Carlos. Al mismo tiempo, los letrados del Congreso informaban en contra de la Comisión de investigación promovida por Unidas Podemos sobre las actividades del Rey emérito -por vulnerar la inviolabilidad de Don Juan Carlos-, de esas que se crean sin otro resultado que convertirse en un trasunto de proceso parajudicial a mayor gloria de los portavoces, no de la verdad. Finalmente, la Mesa rechazó la creación de esa Comisión, con los votos del PSOE, PP y Vox. Estas iniciativas de la extrema izquierda y del separatismo pretenden aprovechar el efecto público de la reciente decisión de la Fiscalía General del Estado de encargar a un fiscal del Tribunal Supremo las informaciones sobre actividades económicas supuestamente irregulares del Rey emérito. En definitiva, el detonante de este nuevo acoso político a la Corona ha sido una decisión a la que no ha podido ser ajeno el Gobierno, entre otras cosas porque participa directamente un partido al que Sánchez ha llevado a La Moncloa. La estricta afinidad de Dolores Delgado con el Ejecutivo socialista hace impensable que se diera tal paso -vincular al Rey con el Supremo, aunque fuera a través de la Fiscalía- sin que lo supiera Sánchez. El hecho es que, en este momento, sobre Don Juan Carlos no hay abierta en España ninguna investigación judicial. Las que se intentaron fueron archivadas por el Juzgado Central de Instrucción y por la Sala Segunda del Supremo. El movimiento de la Fiscalía es un espejismo, porque Don Juan Carlos está aforado ante los magistrados de la Sala Segunda, pero ha dado carnaza política a los socios de Sánchez para que arrecien el acoso a la Corona de España, objetivo verdadero de su estrategia.