EDITORIAL ABC

21-D, el bucle separatista

Si se confirmaran los datos de la encuesta de GAD3 para ABC, la opción más probable vuelve a ser una reedición del pacto separatista con el apoyo de los «comunes» de Colau y de Iglesias

EFE

ABC

El posible nuevo Parlamento catalán que resulta de la encuesta de GAD3 para ABC no ofrece alternativas claras a la situación actual de crisis separatista, si bien registra un importante retroceso del respaldo independentista. Si el 21-D debía ser la confirmación de la normalidad constitucional derivada de las medidas del artículo 155, el reparto de votos y escaños no acaba con la polarización de la sociedad catalana y prefigura el enrocamiento del frente separatista formado, esta vez, por ERC, Juntos por Cataluña y la CUP, al que acudirían en su auxilio los «comunes» de Ada Colau y Pablo Iglesias. La mayoría absoluta puede caer del lado de los separatistas, pero su porcentaje de votos, sin contar el de los «comunes», se reduce respecto de las autonómicas de 2015 hasta el 45,4 por ciento.

Por tanto, los independentistas volverían a perder el plebiscito por la independencia y, además, prácticamente empatarían con la suma de los partidos constitucionalistas, que llegarían al 45,2 por ciento de los votos. El reparto provincial de escaños beneficia a los secesionistas, pero esto no impide que también pierdan diputados en su conjunto, aunque no hasta el extremo de provocar un cambio de mayorías en el Parlament catalán.

El aumento de participación, que llegaría al 82 por ciento, beneficia a los socialistas, que suben tres escaños, y especialmente a Ciudadanos, partido que experimenta en Cataluña una progresión similar a la que reflejaba a nivel nacional la última encuesta del CIS. El partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas se aproxima a disputar a ERC el primer puesto en votos, que no en escaños, con una estimación del 22,3 por ciento y entre 29 y 30 parlamentarios, frente a los 25 actuales. Arrimadas se confirma como la principal dirigente de la oposición y recoge, a costa del PP, el beneficio político de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Paradójico escenario para los populares, que siguen sufriendo un trasvase de votos hacia Ciudadanos, contra el que Pedro Sánchez dirige ahora sus ataques por el temor a que el PSOE sea desbancado por la formación morada como segunda fuerza nacional.

Si se confirmaran los datos de la encuesta de GAD3 tampoco habría resquicio para fórmulas transversales como las que quiere el PSC , porque no hay espacio que pueda compartir con ERC o la CUP –salvo que el PSOE renuncie gobernar España en el futuro–, ni tampoco saldrían los números. La opción más probable vuelve a ser una reedición del pacto separatista con el apoyo, a falta de mayoría absoluta, de los «comunes» de Ada Colau y Pablo Iglesias. A la alternativa constitucionalista puede llegarle demasiado pronto el 21-D.

21-D, el bucle separatista

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