Algo más guarrindongos
Actualizado:Es usted de ducha diaria o es perpetuador de la costumbre del baño sabatino? ¿Se considera obsesivo con respecto a la limpieza? ¿Es de los maniáticos con respeto a la higiene de manos?. Según los datos de la OMS un correcto y oportuno lavado de manos podría salvar miles de vidas en el tercer mundo, reduciendo la mortalidad por enfermedades pulmonares y respiratorias.
La memoria no radica única y exclusivamente en nuestro cerebro, Nuestra piel tiene memoria y acumula sin que nos demos cuenta todas las radiaciones solares que recibimos a lo largo de nuestra vida. Nuestro sistema inmunitario también, y es capaz de recordar exposiciones a gérmenes o sustancias acaecidas muchos años antes. Este fabuloso sistema de vigilancia recuerda a que elementos patógenos nos hemos expuesto y le permite reaccionar de manera adecuada a cualquier infección. En eso se basan las vacunas, el mayor avance científico de la humanidad desde que Edward Jenner descubrió la vacuna de la viruela. Desarrollar un sistema inmunitario adecuado requiere que a lo largo de la vida, sobre todo en la época de la infancia, nos expongamos a los gérmenes patógenos más comunes que nos rodean.
La excesiva higiene, el uso inadecuado de productos antisépticos o el uso desmesurado de antibióticos hacen que este sistema inmunitario no desarrolle todo su potencial y que nos veamos desprotegidos ante la exposición a gérmenes. Por otro lado se ha demostrado que el ambiente excesivamente aséptico y sin riesgo e infección en el que se desarrollan los niños del primer mundo favorecen la aparición de alergias en todas sus vertientes, respiratorias, dermatológicas y alimentarias. Según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP) en las tres últimas décadas se han duplicado el número de niños que padecen alergias. Según su presidente, Dr. Marcel Ibero, en el ambiente de los países del tercer mundo o con carencias sanitarias, las respuestas inmunológicas con las que nacen los niños se convierten en un sistema activo para poder combatir las infecciones y prevenir las alergias.
Estamos rodeados de gérmenes, la mayoría no son patógenos, no son capaces de producir enfermedades, sino al contrario coexisten con nosotros en un perfecto estado de simbiosis. Los necesitamos para llevar una vida sana. Vivir excesivamente protegido de las amenazas que nos rodean nos hace más vulnerables. La obsesión por la limpieza e intentar conseguir un entorno libre de gérmenes se nos está volviendo en contra. El uso de productos químicos cada vez más potentes, que garanticen una higiene y limpieza a prueba del algodón más pulcro, se nos está revelando. Sólo basta con leer las etiquetas de los productos de higiene personal o de echar una mirada al arsenal químico que solemos guardar debajo del fregadero. Productos agresivos que con sus pictogramas nos amenazan de sus graves riesgos. Limpieza la justa, higiene la equilibrada con el entorno pero huyamos de la asepsia. Sin llegar a la mugre, pero si algo mas guarrindongos. O como dice el refrán castellano 'lo que no mata engorda'.