Otro error del alcalde

El alcalde de Cádiz, José María González, está solo. Ni siquiera el PSOE, el partido que le puso en bandeja la Alcaldía de la ciudad con su apoyo en la investidura, es capaz de mostrar el más mínimo respaldo a su política. La gestión del equipo de Gobierno hace aguas mientras que el regidor se empeña en seguir hacia adelante sin reparar antes sus errores. El último episodio vivido con el Banco Santander deja muy tocado al máximo responsable de la corporación gaditana ante una posible negociación económica para salvar de la quiebra al Consistorio. José María González ha expresado su malestar con el Santander a través de una carta pública en la que reprocha a la entidad financiera su actitud con los okupas de la Corrala de la Bahía. El Ayuntamiento ha buscado sin éxito la complicidad del banco para solucionar un problema social que compete directamente a los servicios municipales. Las 30 familias que okuparon hace meses un edificio en la avenida de Portugal, propiedad del banco, reclaman al Consistorio una solución que nunca llega. La ofensiva del alcalde contra el banco ha sido recriminada por todos los grupos de la oposición, que ven en esa medida municipal un «error» de bulto. De nuevo, el alcalde se equivoca al mantener como denominador común de su gestión una política de gestos en lugar de una política de hechos. La carta del alcalde al Banco Santander ha sido una cortina de humo para ocultar un problema de fondo que tiene difícil solución. El Ayuntamiento no puede saltarse a la torera la lista oficial de demandantes de una vivienda social para favorecer a quienes okupan pisos a golpes. Todos están necesitados de ayuda y es el Consistorio quien tiene la obligación de buscar el equilibrio.