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Derechos de imagen y retransmisión

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La historia se repite cada año, sea cual sea el color del gobierno municipal y sean cuales sean sus programas electorales. Cuando estaba la izquierda socialista, que capitaneaba González Piñero y más tarde Carlos Mariscal, el trato con la gente del carnaval era cercano e incluso más dialogante que las siguientes administraciones corporativas, pero el problema del pago a las agrupaciones era el mismo, tarde y mal. Durante el gobierno de la derecha de nuestra exalcaldesa Teófila Martínez y con la dirección de fiestas de Vicente Sánchez el diálogo era distante, serio y a veces insulso, pero era bastante correcto, fluido y cordial, y el pago a los grupos igual que los anteriores, tarde y mal. Y ahora con este nuevo gobierno de esa izquierda un poco más descentralizada que la otra y que dirige Adrián Martínez de Pinillos, el diálogo es un querer y no saber que, por una parte, es normal, pero el resultado es el mismo, tarde y mal.

Nadie se atreve a poner el cascabel al gato. No hay nadie que firme un acuerdo o convenio con la gente del carnaval y que lo cumpla en tiempo y forma. Todos se van de rositas. Todos los años lo mismo, Canal Sur, Onda Cádiz, el propio ayuntamiento, instituciones y entidades implicadas en el concurso y el carnaval se pasan por donde había que pasar antiguamente al Paco Alba gigante de San Juan De Dios, todos los acuerdos y compromisos adquiridos con las agrupaciones. Nos obligaron a formarnos en asociaciones, empresas o autónomos para concursar en un certamen popular y pachanguero, como dicen algunos, porque así con esos cambios señalaban que iría todo mucho más rápido y operativo, a la vez que la agencia tributaria nos controlaba los ingresos tan desorbitados que generábamos los conjuntos. La mayoría de los grupos estamos pagando a unas empresas o asesores fiscales para que nos lleven las cuentas porque no somos profesionales y tenemos miedo a meter la pata con tantos pagos trimestrales, semestrales y con tantos conceptos raros para nuestra capacidad intelectual financiera. Pues bien, han pasado más de 30 años y nunca se paga pronto y bien. Las fianzas se devuelven a mes y medio aproximadamente más tarde desde que termina el concurso, cuando el compromiso era devolverla automáticamente una vez que cada agrupación quedara eliminada del mismo. Los premios ídem de ídem, mínimo dos meses para cobrarlos. Las subvenciones de la calle se suelen abonar, allá si acaso, por el verano que así con el calorcito es mucho mejor. Y por último, como todos los años, la odisea de los pagos por derechos de imagen y retransmisión que, para empezar, primero hay que conseguir que se pongan de acuerdo entre todos y segundo tener fe y la fortuna para que cuando al responsable de turno le dé por coger un papelito del montón de su mesa coincida con el de nuestro pago, es decir cuando lo vea conveniente. Cuando lo vea conveniente y haya pasado el tiempo necesario para que los carnavaleros ante tal retraso pasen de dar la guerra con esas tonterías de los intereses de demora e incumplimientos de los contratos y que acepten el abono antes de perderlo sin ningún tipo de condición o sanción al respecto.

Las asociaciones del patronato deben de ser las que pongan estas denuncias en los juzgados pertinentes ante tales abusos. Las asociaciones sirven para defender los derechos de sus asociados, que no se olviden de eso.

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