Otro gesto de cara a la galería
La asamblea celebrada ayer por el alcalde y sus concejales en la plaza del Palillero resultó no ser más que un nuevo mitin de Podemos
Actualizado: GuardarEl alcalde de Cádiz volvió a escenificar ayer un nuevo gesto de cara a la galería. Uno más en la que ya empieza a ser una larga lista desde que se hiciera con el gobierno de la ciudad de la mano de Ganemos y aupado por el PSOE. José María González sacó su púlpito a la calle para celebrar en la plaza del Palillero una asamblea en la que quiso escenificar su cercanía con la «gente», su transparencia en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, el acto que llevaba días anunciando a bombo y platillo no fue más que un simple mitin fuera de campaña. Un encuentro en el que se repitieron hasta la saciedad los términos utilizados habitualmente por Podemos, como «remunicipalización», «empoderamiento» o «chantaje del Gobierno»...
Pero más allá de las palabras y los alegatos, los integrantes del equipo de gobierno apenas pudieron transmitir decisiones concretas que hayan adoptado en los casi cuatro meses que llevan en el Ayuntamiento. Medidas que hayan servido para mejorar una ciudad que, según ellos, está sumida en la más absoluta de las ruinas y en la que el hambre y los desahucios asolan a la inmensa mayoría de sus vecinos.
Es muy cierto que Cádiz tiene urgencias muy serias que atender, aunque desgraciadamente sus máximos responsables políticos no parecen estar capacitados para ello. Hasta la fecha, lo más destacado de su gestión han sido numerosas polémicas estériles -barbacoas, final del Falla, ninfas, Dios del Carnaval, celebración del Día de la Hispanidad...- que en ningún caso forman parte de la lista de prioridades para los vecinos de Cádiz.
Mientras tanto, PSOE, PP y Ciudadanos asisten, aparentemente con cierta desgana, al despropósito diario de Podemos. Como si esperaran que ellos mismos se acaben metiendo en un callejón sin salida. Ocurre que, mientras tanto, la ciudad está desgobernada, con las empresas municipales paralizadas. Mientras los partidos de la oposición no sean capaces de reaccionar y coger el toro por los cuernos, serán tan culpables como los propios gobernantes.
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