el apunte

Un nuevo turismo en el que confiar

Profesionales e instituciones ven indicios de la ruptura de la estacionalidad, del cambio de hábitos que traiga visitantes más allá del verano

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Es una evidencia que el turismo y sus empresas auxiliares forman el sector económico más robusto de la dañada economía provincial. Ningún otro (si se suman hoteles, hostelería, transportes y suministros) mueve más dinero, más productos y más empleo en una zona con graves problemas de paro estructural. Los ciudadanos hace tiempo que lo saben. Nadie va a sorprenderse de esa situación. Tiene ya tiempo y trayectoria. Tanta, que los gaditanos conocemos los beneficios y los inconvenientes de vivir pendientes del turismo. El mayor de sus defectos es la estacionalidad, la temporalidad. Esa característica ha marcado hace año las estadísticas de empleo y, por extensión, los ingresos en miles de familias. Las instituciones y las empresas, los expertos y los profesionales, llevan años hablando de la necesidad de «romper la estacionalidad».

Esa expresión, traducida, significa que la provincia y su sector turístico necesitan que vengan todo el año, que no se concentren sólo en los dos meses principales del verano, quizás en alguna semana festiva de primavera o invierno.

Para que los contratos sean más, para que la riqueza a repartir sea estable, es preciso que los niveles de estancias y visitas mantengan cierta regularidad, al menos durante ocho de los doce meses. Después de mucho desearlo, por primera vez en este otoño hay serios indicios de que empieza a suceder. El turismo rural es una realidad cada vez más estable.

Los cruceros llegan con un ritmo nunca conocido a la capital gaditana y los pequeños desplazamientos familiares son cada vez más comunes. Es un turismo provincial, regional o nacional atraido por pequeños detalles como el casco antiguo de Vejer, Arcos, Jerez, Sanlúcar o Cádiz, por el nuevo puente sobre la Bahía o por eventos culturales y gastronómicos que a veces no parecen demasiado llamativos. A ese goteo se suma que grandes operadores como el alemán TUI decide ampliar su temporada en lugares como Sancti Petri. Si se combinan estos factores, y se mantienen, pueden volver a darse números de agosto en pleno octubre.

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