Gestionar, o no

Octubre está siendo rico en titulares pero, por lo pintoresco de algunas noticias, otros acontecimientos de envergadura nos han pasado un poco desapercibidos. Y así, entre el rebote del concejal por el inmovilismo y sexismo, según él, de los colectivos por votar en contra de eliminar a las ninfas; entre las discusiones para crear el dios de carnaval, iniciativa fallida por lo que nos quedamos sin saber el mecanismo ideado para elegir al susodicho; entre los anuncios de asambleas ciudadanas para aportar ideas, por supuesto a título de inventario como se ha adelantado; y entre la comparecencia del alcalde y de su equipo para clamar contra el Ministerio porque éste pagará directamente a los proveedores si el ayuntamiento no lo hace, hay otras noticias a las que, posiblemente, no les hayamos dedicado la atención que merecían.

Entre ellas, el inicio del corte del acero para los petroleros Suezmax, o la reciente adjudicación a la planta puertorrealeña de Dragados Offshore de un contrato de construcción de un jacket de 7.600 toneladas para la plataforma Johan Sverdrup del Mar del Norte. En definitiva, y esto es lo importante, buenas noticias para el empleo en la Bahía; porque, aunque estos trabajos y proyectos no hayan sido objeto de tantas fotos y poses como las polémicas anteriores, son actuaciones de este tipo las que aseguran horas de trabajo y permiten vislumbrar futuras nuevas adjudicaciones y contratos; precisamente lo que necesitamos: confianza y seguridad para que se multipliquen las inversiones y generar así el empleo que tanto necesitamos. De todas maneras, hay que reconocer que las polémicas antes aludidas tienen más interés que el que, a primera vista, pudiera parecer. Por ejemplo, la creación del dios del carnaval como consecuencia de un «rumor» surgido de hablar con la gente, con la ciudadanía, da pie a reflexionar sobre el concepto, y la extensión, que de aquella tiene el actual gobierno municipal. La comparecencia del alcalde y de su equipo para lanzar sapos y culebras contra el ministro porque el Estado pagará directamente a los proveedores, pequeñas empresas gaditanas, ante el retraso excesivo del Ayuntamiento, también nos ha servido para enterarnos de que el gobierno ha incrementado en un 32% la PIE de los ayuntamientos andaluces pasando de 1.725 millones en 2011 a 2.276 en el 2016, además de los miles de millones que se han transferido para el Plan de Pago a Proveedores. El alcalde hace bien, sin embargo, en pedir una cita con la presidenta de la Junta, no solo porque el PSOE crea en la buena gestión del alcalde gaditano, razón por la que imagino lo votó, sino porque el equivalente autonómico del PIE Estatal, el Pratica, ya lleva considerable retraso. Por ahí se empieza; por negociar. Porque el problema no reside en que exista deuda; todas las administraciones la tienen. También el Estado se financia buscando dinero; y lo obtiene, a un interés por cierto muy bajo, porque inspira confianza. El problema radica en saber gestionar, o no, esas deudas, saber refinanciarlas inspirando credibilidad, al tiempo que se hace frente a los compromisos y se ejecutan los proyectos municipales que necesitan los ciudadanos. En definitiva, lo que saben hacer todas las familias todos los meses.