el apunte

El agujero negro de la provincia de Cádiz

Los datos sobre economía sumergida hablan de una cantidad anual equivalente a los ingresos del Ayuntamiento de la capital durante 30 años

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Es evidente que se trata de un problema cultural. En la parte del mundo que habitamos, lo de todos parece de nadie. En otras zonas, se considera que es de cada uno. Aquí, pocos lo cuidan. En otros lugares, más al norte por lo general, apenas hay ciudadanos que lo toleren. Hay muchos ejemplos que lo atestiguan pero la economía sumergida es uno de los más palmarios. La llamada de la patronal gaditana de ayer lo puso de manifiesto. El dinero negro, la actividad comercial, laboral, incluso industrial que se realiza al margen de impuestos, de cotizaciones, del sistema colectivo, mueve en esta tierra 5.800 millones de euros cada año. Esa cantidad sería suficiente para pagar, tres veces, la deuda que mantienen con los bancos los municipios gaditanos.

Otra comparación que aporta la información aún provoca más remordimientos: ese dinero es equivalente a los ingresos del Ayuntamiento de Cádiz durante más de tres décadas. Es fácil imaginar la de alquileres de emergencia a familias sin hogar, la de facturas de luz y agua, la cantidad de auxilio social -por hablar de lo urgente- que podrían hacerse frente con ese dinero que se escapa por el sumidero de la sociedad. El dato es del sindicato de técnicos de Hacienda y se ha incluido en un informe que prueba la sospecha: la economía gaditana tiene un cáncer en la economía sumergida. Más agresivo y extendido de lo que pretendemos con nuestros gestos individuales a diario. El estudio habla de talleres ilegales de coches en naves industriales casi ocultas, de peluquerías instaladas en la última habitación de una vivienda y de grupos dedicados a reformas, a obras pequeñas y medianas, en la que no existe protección para los trabajadores, ni seguridad social ni el menor caso si sucede un accidente. No hablamos de impuestos ni de un dineral que va a las arcas públicas. Hablamos de cómo gastar el dinero de todos cuando nos hace falta. Hasta que no lo entendamos...