Otra vez las dos Españas
Confiemos en que Rajoy y Susana Díaz sienten hoy las bases para recuperar el terreno perdido y empezar a superar la división que vuelve a romper España
015 será un año decisivo en la historia reciente de España. La crisis económica ha devenido en una crisis social que ha puesto en cuestión los valores en que se ha cimentado la restauración democrática. El llamado «milagro» de la Transición, tan elogiado en medio mundo, es ahora denostado por los nuevos líderes políticos que quieren romper con el pasado sin explicar cual es en realidad su modelo alternativo. El profesor Juan Velarde, uno de los pocos sabios que nos van quedando, resumía ayer en ABC la situación: «El rápido crecimiento genera que la gente abandone ciertos valores como consecuencia de su fácil enriquecimiento... Y entonces vienen los problemas del endeudamiento y la corrupción... Los ciudadanos no están enterados de nada de lo que está ocurriendo debido al lamentable sistema de enseñanza controlado por los poderes autonómicos. Nos encontramos ante una situación típica de esta sociedad de masas. La gente se deja seducir por propuestas demagógicas...».
Esta peligrosa seducción, abonada por el fracaso de los partidos políticos mayoritarios, las instituciones y los agentes económicos tradicionales, alberga este «neopopulismo» que es el germen de los viejos totalitarismos. La doctrina que imparten los nuevos líderes sociales y mediáticos, afirma Velarde, «está basada en el «efecto rebaño», para el cual el mayor pecado es ser diferente. Todos tenemos que hacer y pensar lo mismo. Y aún más, es corruptor. Así justificaba Narcís Serra el desastre de Caixa Catalunya: sólo hacíamos lo que hacían los demás», concluye Velarde.
Mientras los intelectuales, los universitarios y los medios de comunicación no se dediquen a contar y debatir lo que ocurre de verdad para ponerlo en conocimiento de la gente, demagogos de toda laya seguirán hacen su particular agosto para desgracia de la sociedad española, rendida y desarbolada. El peligro además es que el populismo se contagie a las instituciones y partidos tradicionales, como está pasando con el PSOE de Pedro Sánchez, que va camino, como denunció en Sevilla el ex ministro Miguel Sebastián, de convertir a Podemos en un partido de centro. El PP tampoco es inmune al «efecto rebaño», causante entre otros males de la derogación de la reforma de la Ley del Aborto. Ya que estamos en vísperas de Navidad y es tiempo de esperanza confiemos en que durante la entrevista de hoy en Moncloa Rajoy y Susana Díaz sienten las bases para recuperar el terreno perdido y empezar a superar la división que vuelve a romper a España en dos mitades irreconciliables.
@ybarrapacheco