María Jesús Sanvicente, la reina de los ultramarinos en España

Si hubiera una tienda de alimentación que visitar en todo Aragón y una persona a la que mereciere la pena conocer en una ruta o escapada por esta comunidad, apunten este nombre: María Jesús Sanvicente. Esta señora menuda, de 74 años, es propietaria de La Confianza, la tienda de ultramarinos más antigua de España y la quinta de Europa (1871). Está en Huesca y ya se prepara para celebrar su 150 aniversario. Fundada en el casco antiguo de la ciudad por Hilario Wallier , un francés adinerado que vino a España a mediados del siglo XIX, abrió sus puertas para ofrecer productos de mercería, sedería, finos encajes, abalorios y porcelanas.

Con el paso del tiempo, su actividad se amplió a la venta de productos importados, hierbas aromáticas, café, chocolate, licores traídos de Francia, productos ahumados y otros provenientes de ultramar. La Confianza ofrece a los visitantes que pasan por Huesca los artículos más exóticos de Aragón con la mejor certificación, productos artesanales y alimentos traídos desde el otro lado del Atlántico como el bacalao , que puede verse encima del mostrador tal y como nos lo contaban nuestras abuelas. Víctor Villacampa , hijo de la propietaria, arregló un antiguo sótano y lo convirtió en una centro de recepciones privadas que cuenta con una serie de muñecos y figuras que se mueven de forma autómata y que creó el marido de María Jesús, fallecido hace diez años.

Esta mujer de 74 años abre y cierra los cajones decimonónicos de su tienda ( «cierran perfectamente desde hace un siglo», dice en un discurso revolucioanrio en el mundo digital de la obscelescencia programada) , y presume de no dar nunca la espalda a sus clientes. «Esa es mi misión en la vida, ayudar a mi hijo a que esa tienda sobreviva para dignificar a mi padre, a mi madre y a mi marido -dice-. No tengo otra ocupación -añade- salvo salir con unas amigas «en San Lorenzo y Navidad».

Esta empresaria, que fue presidenta de la Asociación de Amas de Casa de Huesca y vicepresidenta de la Cruz Roja local , recibió el premio a la Mujer Emprendedora de Europa 2011 . Junto a un grupo de edificaciones de estilo colonial, la tienda conserva los escaparates mobiliarios típicos del siglo XIX. Un detalle que es imposible obviar en su interior son las pinturas de los techos, obra del pintor oscense León Abadías.

La temática romántica de las pinturas se interpreta como una iconografía de amor al comercio en general y a los productos de alta gama de la tienda. En una de ellas se representa a Mercurio , deidad romana del comercio, sobrevolando por encima de un tren. La antigua locomotora es una representación de la expansión y el intercambio comercial gracias a los nuevos medios de transporte. Otra de las obras del techo destaca los cuatro escudos que hacen referencia a las cuatro monarquías más poderosas de Europa en esa época.

En uno de los rincones de la tienda se encuentran bodegones con finos licores, bomboneras, cajitas musicales e imágenes religiosas. Cierran su decoración piezas florales , cintas, hojas de hiedra y algunos elementos vinculados con la masonería.

Ultramarinos La Confianza , que forma parte del Patrimonio Histórico Comercial de la Humanidad, ha sido mencionada en famosos medios de promoción comercial y turística de todo el mundo entre ellos el New YorK Times , que lo llevó a su portada en 2012. Su dueña nos despide con caramelos «de los de antes» con piropos masculinos en su reverso. Algunos quizá no fueran bien entendidos por algunas feministas actuales.