TELEVISIÓN
Pantoja, Lozano, la piña y el ridículo televisivo
El espectáculo que están protagonizando la tonadillera y el presentador en 'Supervivientes' es indigno, sobra y no viene a cuento
Los realities de Telecinco se han convertido en ONGs que rescatan a personajes del mundo del espectáculo venidos a menos y/o en apuros económicos. Al parecer, casi todos los que participan en estos programas tienen esa característica en común: son unos manirrotos que, además, suelen tener enormes deudas con Hacienda o con el banco.
En el caso de ‘Supervivientes' , Mediaset los mete en una isla a cambio de que muestren sus miserias para sacarlos de allí unas semanas después con unos cuantos euros y otros tantos platós que puedan alimentar su ego y sus bolsillos durante una corta temporada.
Pero esta 'forma de vida' de platós y realities es adictiva porque se gana mucho dinero en poco tiempo. Así que tras acabar un programa y fundirse el dinero ganado con su sufrimiento y sus vergüenzas públicas y voluntarias, tendrán que arrastrarse una vez más ante la productora de turno rogando que los pongan en su lista de beneficiarios de la siguiente ONG salvadora.
En esta edición de ‘Supervivientes' hay una gallina de los huevos de oro llamada Isabel Pantoja y un montón de secundarios con más o menos peso, con más o menos ínfulas. Es sorprendente que las redes sigan aún incendiándose cada vez que consideran que la tonadillera tiene un trato de favor.
¿A qué viene esa indignación? ¿Acaso no se sabe desde el minuto uno del programa que eso iba a ser así? Ella es Supervivientes; si abandona o la expulsan pronto, el programa se va a pique. Hay que protegerla porque es el foco principal de atención.
Pero Isabel Pantoja y Telecinco se han topado con uno de estos 'indignados' en la Isla: Carlos Lozano . El presentador vivió tiempos de gloria allá por los primeros 2000, cuando presentó la primera edición de Operación Triunfo. Después de eso, cayó en el olvido y terminó presentando programas en cadenas regionales. Pero ahí llegó la ONG de Vasile para rescatarlo para su GH VIP, que lo resucitó en la memoria de los espectadores.
🎥 @_ISABELPANTOJA y Carlos Lozano: La guerra se recrudece en Playa de los Señores ⚡️ #Supervivientes2019 https://t.co/sLl5TGw4tf
— Supervivientes (@Supervivientes) May 8, 2019
Su paso por GH VIP desquició a media casa (que se lo digan especialmente Julián Contreras Jr.) por su estrategia de acoso y derribo contra el 'adversario' que él considerase como el más fuerte de la edición o que estaba siendo favorecido de algún modo, o por pura inquina sin aparente razón.
Ahora, su objetivo es Isabel Pantoja. De repente, el buen Lozano se rebela porque cree que la cantante recibe un trato de favor. ¿En serio pensó que iba a ser de otro modo, o es sólo una estrategia más para ganarse a los que ven el programa y opinan que se ha diseñado para que gane la tonadillera?
Lozano se indigna e insulta sin parar, con el objetivo único de desestabilizar y llevar al límite a cualquiera que se le ponga por delante y así ir eliminando contrincantes. Realmente hace muy difícil la vida a los que están a su alrededor.
Si bien es cierto que a la Pantoja, las Azúcar Moreno y Chelo García Cortés les gusta más estar tumbadas y cantar que trabajar, también lo es que es bastante insufrible compartir tu vida en una isla con una persona que se dedica exclusivamente a malmeter, ofender y despreciar y que busca la más mínima excusa para montar en cólera e iniciar una pelea.
Una piña es, por ejemplo, una excelente razón. Después de que Chelo le dijese a Mónica que mejor no comer piña porque a Isabel no le sentaba bien, Lozano explotó:
«Que ganas tengo de irme a otro grupo y deshacerme de vosotras. No aguanto ni tu voz, ni tu acento, ni tu rollo. Falsa, que eres más falsa... Mentirosa. No como piña, no como esto, quiero lo otro... ¡Venga ya! Vete a una residencia. Se cree que es todavía la más grande, pero la más grande es Rocío Jurado, ¡ole! Ahora hazte la mártir».
«Se cree que todavía es la más grande, pero la más grande es Rocío Jurado»
Esa fue la gota que colmó el vaso. Pantoja y las hermanas Salazar dijeron basta e hicieron el amago de abandonar. Antes de ser evacuadas, el presentador fue penalizado y mandado al destierro con Loly Álvarez para que reconsiderase su actitud.
A pesar de que Lozano fue apartado, la cantante mantuvo su órdago y ella y dos de sus (no muy) fieles escuderas salieron de la isla durante mediodía. Movimiento calculado, ya que horas más tarde y en directo, la tonadillera anunciaba orgullosa y altiva que no se iba, que nunca tuvo esa intención y que ni Carlos ni el sursum cordam la iban a mover de allí.
Por cierto, que el resto de los concursantes de la Isla, como si no estuvieran (con la excepción de Violeta, a la que también parece gustarle el drama más que a una folclórica).