‘La isla de las tentaciones’: A Lucía la «engaña» hasta su tentador

José Juan López

19/02/2021 a las 10:05h.

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El último programa de 'La isla de las tentaciones' nos dejaba a Lucía lanzando los recuerdos de Manuel a la hoguera tras verlo besarse con Stefany y Faima en la misma noche. Parecía que la de Puerto Real había encajado con fortaleza lo sucedido y que estaba dispuesta a seguir para adelante sin derramar ni una lágrima. Nada más lejos de la realidad.

En la primera fiesta se vio a una Lucía desinhibida, bailando con unos y otros y pasándolo bien, gritando encima de una mesa «¡nunca me he sentido tan libre!».

«Tanto reprimirme de no te restriegues, no hagas esto, no hagas lo otro y al final he perreado de dos en dos. Me he sentido guapa, me he sentido sexy, me he sentido libre… todo lo bueno», afirmaba Lucía tras la fiesta.

Sus compañeras y los tentadores han estado en todo momento pendientes de ella, animándola, especialmente Carlos, con el que entre juegos y risas se ha dado un pico a petición de Marina.

Pero Manuel sigue en su cabeza y en un momento en el que Carlos se aleja del grupo, la gaditana comenta a los demás:

«Ahora que se ha ido para allá, no le quiere hacer sentir mal, pero, ay mi Manuel…Yo le quiero, yo quiero al Manuel”, se lamenta entre lágrimas, ocasión que Marina aprovecha para recordarle la cruda realidad “ya, pero es que Manuel no te quiere a ti ».

Después de pasar toda la noche llorando, Lucía finalmente decide no ir a la cita con Carlos. “Después de la hoguera me encontraba sorprendentemente bien, pero yo sabía que me iba a dar un bajón", llora con Lola. La de Puerto Real seguía con el drama:

« Mi vida gira en torno a él y no hago otra cosa que estar con él. ¿Ahora qué hago?», se preguntaba Lucía.

«Tú tienes tu vida, Lucía. Tú misma decías que te estabas estancando porque era un tirado que no hacía nada más que querer vivir de ti. ¿De verdad querías esto en tu vida?», respondía su compañera.

La fiesta en la villa de las chicas da una nueva oportunidad a Lucía de olvidarse de su Manuel. Parecía que la gaditana empezaba a dejarse llevar y que había cierta conexión con Carlos. Pero Lucía no era la única que sentía feeling con el sevillano y Lola también confesaba ante las cámaras que había habido un ‘chispeo' entre ellos.

Tras la fiesta, Carlos se va con Lucía y Lola a la habitación y termina metiéndose en la cama con ellas . Pese a sus intentos por ponerse en el medio, Lucía consigue que sea Lola la que quede en medio para evitar tentaciones.

Ante las cámaras, Lucía comenta, inocente: «Carlos quería arrimar cebolleta y se creía que porque durmiera allí alguna de las dos iba a caer”. Las imágenes y las propias confesiones de los protagonistas confirman que sí que arrimó lo que buenamente pudo. Más tarde, Lola revelaba que debajo de la cama las cosas habían estado 'picantes' porque tiene las 'hormonas alteradísimas'».

Al sentir movimiento, Lucía se despierta: «¡Los muertos!, ¿qué os estáis haciendo, que estáis hablando…? Y digo, ¿se están metiendo mano».

Mientras tanto, en la villa de los chicos suena la alarma y Faima le pregunta a Manuel que si le inquieta, a lo que él responde 'me la suda', y comienzan a reírse. « No se me viene a la mente el día que me tenga que reencontrar con Lucía porque yo seguro lo voy a pasar super mal . Pero a lo hecho, pecho».

Manuel y Faima son la pareja más ‘consolidada' de esta edición. No se pueden quitar las manos de encima y se miran siempre con ardor: «Quién te ha comido la poca como yo…», le pregunta Manuel. Ella le sigue el juego: «Me gusta lo que hay. A veces te mataría, pero otras me gusta lo que hay».

Manuel está encantado con su paso por el programa y confiesa: «Con Fiama la palabra sería espectacular, porque en cada momento que tenemos y nos apartamos, estoy super a gusto».

Al final de la fiesta, Manuel invita a Faima a su habitación que, cosas del destino, resulta ser la que ocupaba Álex Bueno, ex pareja de la tentadora.

Pero, ¿pasó algo esa noche en la habitación del gaditano? Según él, «debajo de las sábanas pues yo le cojo el culito, pero sin pasar la raya».

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